Fundador de Tesla critica la cancelación del coche eléctrico de 25,000 dólares y la nueva estrategia de Musk
El visionario fundador de Tesla expresa su descontento por la estrategia actual, criticando la cancelación del coche asequible y decisiones que afectan el mercado global.
El cofundador original de Tesla, Martin Eberhard, expresó su profunda decepción ante la cancelación por parte de Elon Musk del programa de un coche eléctrico de 25.000 $, considerado por muchos como una necesidad fundamental para el mercado global. Eberhard criticó duramente el cambio de estrategia de Tesla, que, en lugar de enfocarse en modelos accesibles, prioriza otros proyectos como el Cybertruck y versiones económicas del Model Y y Model 3.
Desde los inicios de Tesla, Eberhard y Marc Tarpenning lideraron la compañía durante sus primeros cinco años, estableciendo las bases del diseño y la ingeniería, incluyendo el plan para producir inicialmente el Roadster y, posteriormente, vehículos de mayor volumen como el Model S/X y, más tarde, modelos de mercado masivo. Aunque Elon Musk fue inversor, presidente y cofundador reconocido tras un acuerdo judicial, la relación entre Eberhard y Musk fue tensa, principalmente por desacuerdos sobre la gestión y liderazgo en los primeros años, que llegaron incluso a enfrentamientos legales.
En una entrevista reciente, Eberhard compartió su visión y críticas sobre la dirección actual de Tesla. Opinó que la cancelación del coche barato es un error, ya que considera que «eso es lo que el mundo necesita», y calificó negativamente el diseño del Cybertruck, al que definió literalmente como un «contenedor de basura» (dumpster). Además, mostró escepticismo respecto al desarrollo de sistemas de conducción autónoma, señalando que la tecnología aún presenta fallos peligrosos y que su implementación sin las garantías necesarias puede resultar potencialmente fatal.
El fundador también manifestó su desencanto con los recientes cambios en la estrategia de Tesla, que abandonó programas que habrían permitido ampliar la accesibilidad de los vehículos eléctricos y, en su lugar, se centró en modelos con menor impacto social y mayor rentabilidad. Según sus palabras, estas decisiones parecen no atender las necesidades reales del mercado global y podrían limitar el impacto transformador que la movilidad eléctrica puede tener en la lucha contra el cambio climático.