Grando Lelystad destaca por atención personalizada y eventos sociales que fortalecen la relación con la comunidad local
Grando Lelystad se distingue por su atención cercana y eventos sociales que crean vínculos duraderos con la comunidad local.
En Lelystad se encuentra Grando Lelystad, una tienda especializada en cocinas y baños que se ha consolidado en el mercado local con una facturación anual de 3 millones € y un equipo de cinco empleados. Algunos de sus pilares de éxito son la atención personalizada y el fortalecimiento de los lazos con la clientela mediante eventos sociales y almuerzos en la tienda.
El propietario, Paul Lucas, de 51 años, está al frente del negocio desde 2006, aunque comenzó su carrera en el sector a los 18 años como vendedor de cocinas. Su implicación en la gestión y atención a la clientela le ha permitido mantener una relación cercana con la comunidad local. Paul destaca la importancia de que los clientes se sientan bienvenidos; por ello, en días laborables ofrecen almuerzos con sopa, croissants, pan y ensalada de huevo, creando un ambiente agradable y relajado que fomenta la fidelidad y la confianza.
En el showroom, Paul mantiene una rotación constante de modelos de cocinas, adaptándose con rapidez a las tendencias del mercado, influenciadas en parte por programas de televisión sobre decoración y estilo de vida. La tienda cuenta con alrededor de ocho modelos de cocina siempre en exhibición y, en su propio hogar, Paul ha optado por un estilo más clásico, aunque reconoce que la tendencia actual se inclina hacia estilos más coloridos y modernos, como el Japandi.
El equipo de Grando Lelystad también participa en actividades sociales. Irene Verheul, una de las vendedoras, suele preparar tartas de manzana los sábados para ofrecer a la clientela un toque de inspiración olfativa y emocional. Además, en la tienda trabajan otras personas que participan activamente en el día a día, desde la venta hasta la preparación de comidas para la clientela. La atmósfera hogareña y colaborativa refuerza el compromiso del equipo con la satisfacción del cliente.
El ambiente en la tienda refleja no solo un negocio exitoso, sino también una comunidad donde tanto el personal como el propietario valoran las relaciones humanas, creando un espacio en el que la clientela no solo compra una cocina o un baño, sino que disfruta de una experiencia cálida y personalizada que fortalece los lazos con la marca.