KPMG desarrolla plataforma propia para garantizar la seguridad en el uso de inteligencia artificial y mejorar procesos internos
KPMG creó una plataforma propia para asegurar la seguridad y optimizar procesos internos, impulsando la transformación digital con inteligencia artificial.
Desde finales de 2022, KPMG, uno de los principales consultores globales, ha evaluado tanto los beneficios como los riesgos asociados al uso de modelos de lenguaje avanzado en sus operaciones. La firma reconoció rápidamente el potencial de estas tecnologías para transformar procesos y mejorar la productividad, pero también afrontó importantes desafíos de seguridad y confidencialidad.
Ese año, los líderes digitales de KPMG descubrieron que sus primeros experimentos con herramientas como ChatGPT mostraban resultados preocupantes, entre ellos la exposición de datos financieros sensibles en servidores internos sin la protección adecuada. Este incidente llevó a la firma a suspender temporalmente los experimentos, restringir el acceso a herramientas públicas de inteligencia artificial y reevaluar los riesgos que podría implicar un despliegue sin control.
Para garantizar mayor seguridad, KPMG comenzó a desarrollar un entorno cerrado para trabajar con inteligencia artificial, apoyado en licencias de software que permitieran el acceso a sistemas de OpenAI y Microsoft. Este movimiento facilitó la creación de una plataforma propia llamada KPMG Workbench, que combina capacidades de generación asistida por recuperación (RAG), múltiples opciones de modelos de lenguaje y la posibilidad de alojar agentes especializados. La estrategia de la firma fue diversificar proveedores, utilizando servicios de OpenAI, Google, Microsoft, Anthropic y Meta para reducir la dependencia de un único proveedor.
Durante 2023, el personal de KPMG recibió entrenamiento intensivo sobre cómo redactar indicaciones efectivas para interactuar con redes de IA y sacar el máximo partido a las capacidades de sus sistemas internos. El objetivo era minimizar riesgos y optimizar la eficiencia en los procesos internos y para sus clientes.
Ya en 2024, la división australiana de KPMG inició nuevos proyectos centrados en la automatización de asesoría fiscal mediante agentes especializados. Uno de ellos, conocido como TaxBot, fue diseñado para preparar informes y consejos tributarios, acelerando procesos que tradicionalmente podían tardar hasta dos semanas y que ahora se realizan en un solo día. Este sistema se construyó a partir de información dispersa almacenada en diferentes fuentes y combinada con la normativa fiscal del país, mediante un modelo RAG que genera borradores automáticos.
El desarrollo de TaxBot implicó tareas complejas, incluyendo la elaboración de un manual de 100 páginas que fue perfeccionado durante meses por un equipo dedicado y posteriormente integrado en la plataforma KPMG Workbench. La herramienta requiere varias entradas, consulta con expertos humanos y produce informes de aproximadamente 25 páginas para la revisión del cliente. La rapidez y precisión del sistema han permitido a la firma realizar tareas que antes demandaban hasta dos semanas en un solo día, mejorando notablemente la eficiencia y permitiendo respuestas más ágiles en transacciones sensibles como fusiones y adquisiciones.
El trabajo con estos agentes especializados también ha tenido un impacto positivo en la satisfacción del personal, al reducir tareas repetitivas y monótonas. Además, algunos clientes han mostrado interés en adquirir servicios similares, abriendo nuevas oportunidades de negocio para KPMG. Sin embargo, la firma reconoce que aún resulta difícil medir con precisión todos los beneficios derivados de la incorporación de estas tecnologías avanzadas.