Las redes de inteligencia artificial avanzan en roles gerenciales, pero aún no sustituyen la empatía y el juicio humano
Las capacidades de la inteligencia artificial en liderazgo siguen en desarrollo, demostrando habilidades técnicas pero aún limitadas en aspectos humanos y estratégicos clave.
En medio de una tendencia global de reducciones de personal en grandes corporaciones como Amazon y Microsoft, las empresas se siguen enfocando en la reducción de niveles jerárquicos para agilizar y optimizar la toma de decisiones. Microsoft, en particular, afirmó que sus recientes despidos tenían como objetivo «reducir capas organizacionales y simplificar procesos». Aunque algunas compañías señalan a la inteligencia artificial como una de las causas de estas reestructuraciones, los datos sugieren que no siempre es así y que la IA no es la única responsable de estos cambios.
Con el fin de entender las capacidades actuales de la inteligencia artificial en roles gerenciales, un experimento innovador evaluó si estas tecnologías podrían desempeñar funciones propias de un gerente de programa. Para ello, se simuló una entrevista a tres de los modelos de IA más avanzados: Gemini, ChatGPT y Claude, en un proceso que incluyó la elaboración de cartas de presentación y respuestas a preguntas de entrevista para un puesto de gerente de programa, valorado entre 100.000 € y 120.000 €.
Los resultados mostraron diferencias claras en el desempeño de cada modelo. ChatGPT produjo una carta fluida y de lectura agradable, destacando logros específicos como un incremento del 20% en oportunidades de upselling. Gemini, por su parte, estructuró la carta de manera casi idéntica al perfil buscado, utilizando un lenguaje alineado con los requisitos del puesto, lo que facilitaba su evaluación tanto por sistemas automatizados como por reclutadores humanos. Claude, en cambio, presentó respuestas que abarcaban todos los aspectos del perfil con una perspectiva estratégica y una presencia ejecutiva notable, además de construir su argumentación en torno a logros cuantificables como un presupuesto de 1,5 millones € y la renovación de contratos por 2 millones €.
Tras varias rondas de evaluación, incluyendo preguntas sobre la gestión de proyectos complejos, el manejo de clientes difíciles y la priorización de tareas, se estableció que Claude fue el candidato que mejor demostró pensamiento estratégico, inteligencia emocional y juicio ejecutivo, cualidades esenciales en roles de alta responsabilidad. Gemini mostró una excelente capacidad de estructuración y pensamiento estratégico, adecuada para puestos medios y superiores, mientras que ChatGPT, aunque articulado, fue considerado más general y menos estratégico en sus respuestas.
Este experimento evidencia que la inteligencia artificial ha avanzado lo suficiente como para replicar el razonamiento y la lógica de un gerente de nivel medio, aunque aún carece de la profundidad y empatía que requiere el liderazgo en puestos de alto nivel. Además, plantea interrogantes sobre el papel futuro de la IA en las organizaciones y si estas tecnologías podrán, en algún momento, apoyar o incluso sustituir a los dirigentes en ciertos aspectos cruciales de la gestión empresarial.