Nvidia enfrenta demandas en Europa por infracción de patentes relacionadas con tecnologías de distribución de carga en servidores
Nvidia enfrenta demandas en Europa por supuesta infracción de patentes en tecnologías de distribución de carga para servidores, afectando su negocio y mercado.
Nvidia enfrenta una serie de acusaciones por parte de la empresa alemana Partec, que ha presentado dos demandas en el Bundespatentgericht de Múnich por infracción de patentes relacionadas con tecnologías de distribución dinámica de carga en servidores con múltiples procesadores y aceleradores. Estas patentes, europea EP2628080B1 y estadounidense US20240168823A1, describen sistemas que distribuyen de forma eficiente y en tiempo real la carga de trabajo en servidores de alta capacidad.
Partec afirma que Nvidia utiliza esta tecnología en sus servidores DGX, lo que ha derivado en una demanda para prohibir la venta de estos productos en Europa, además de solicitar la divulgación de información y la reparación de daños. La firma alemana ha desarrollado su sistema de distribución de carga bajo la marca Modular System Architecture (dMSA) y ha colaborado en diversos proyectos europeos, incluido el superordenador Jupiter Booster construido junto con la empresa francesa Eviden. La compañía asegura que ha trabajado estrechamente con Nvidia durante años, presentando sus patentes y tecnología en negociaciones previas.
La disputa también ha afectado la colaboración entre ambas empresas, ya que Nvidia ha bloqueado supuestamente las conversaciones y decidido dejar de suministrar GPUs a los proyectos en los que Partec participa, alegando que la medida se basa en una demanda presentada por Partec contra Microsoft en junio de 2024 por infracción de patentes similares. Esto ha generado inquietudes sobre posibles consecuencias para la competencia y el mercado de superordenadores, dado que Microsoft es uno de los principales clientes de Nvidia para sus aceleradores de inteligencia artificial.
En su acusación, Partec ha solicitado la prohibición en 18 países europeos de la venta de los productos clave de la línea DGX y exige además que Nvidia revele sus actividades comerciales anteriores y compense los daños ocasionados. Aunque generalmente estas disputas se resuelven mediante acuerdos extrajudiciales, el conflicto plantea dudas sobre la posible afectación del mercado competitivo y las prácticas antimonopolio en la región.