OpenAI anuncia su reestructuración para mantener su misión social y promover la transparencia en el desarrollo de inteligencia artificial
OpenAI redefine su estrategia, enfocándose en la transparencia, el bien social y la democratización de la inteligencia artificial.

La cuestión sobre el futuro de OpenAI, su modelo de negocio y sus intenciones en el desarrollo de la inteligencia artificial parece haber llegado a una resolución. En una carta abierta, el CEO y cofundador de OpenAI, Sam Altman, delineó los planes para mantener a la organización operando bajo la supervisión de una entidad sin fines de lucro. Además, parte de su negocio está en proceso de transición hacia una corporación de beneficio público (PBC), lo que implica que, aunque busca obtener beneficios, sus objetivos principales se orientan a servir al bien social.
En términos prácticos, Altman comentó: «Queremos poner herramientas increíbles en las manos de todos… queremos liberar el código de modelos muy capaces y ofrecer libertad a los usuarios para decidir sobre el comportamiento de ChatGPT, incluso si no compartimos siempre los mismos valores morales.» Esta postura representa un giro en la estrategia de OpenAI, que previamente fue criticada por no publicar en open source modelos clave y por su enfoque restrictivo en el uso de la inteligencia artificial.
El cambio de rumbo también responde a las crecientes preocupaciones en torno a la seguridad y la alineación de la inteligencia artificial. Altman enfatizó que con la llegada potencial de la inteligencia general artificial (AGI), la prioridad es garantizar que esta tecnología sea democrática y no autoritaria. «Mientras la IA avanza, nuestro compromiso con la seguridad se fortalece. Queremos que la IA democrática prevalezca sobre la autoritaria», afirmó el ejecutivo.
Este giro llega después de que Altman admitiera que, en los primeros días de la organización, no tenían una visión clara de cómo alcanzar su misión y que algunos pensaban que la inteligencia artificial debería permanecer solo en manos de unos pocos confiables. Ahora, la visión es construir una inteligencia artificial «para el mundo» y facilitar su uso para todo tipo de personas.
La nueva estructura busca que la organización sin fines de lucro sea «la más grande y efectiva en su tipo, con un enfoque en usar la IA para generar impactos positivos en la sociedad». Aunque la parte de beneficios de OpenAI tendrá un propósito social, seguirá interesada en obtener beneficios, lo que genera incertidumbre sobre cómo interactuarán estos objetivos en la práctica.
Por otra parte, OpenAI dialogará con los fiscales generales de California y Delaware, quienes colaboraron en la formulación de esta transformación, además de su socio principal, Microsoft, cuyo modelo base de Copilot está basado en GPT. Altman expresó que la organización confía en que estos pasos permitirán seguir avanzando de manera rápida y segura, llevando la inteligencia artificial a todos los rincones.