OpenAI cambia su estructura para facilitar una oferta pública y atraer inversiones, separando sus operaciones con fines de lucro y sin fines de lucro
OpenAI anuncia una transformación en su estructura empresarial, buscando facilitar una IPO y atraer inversiones, dividiendo sus operaciones con y sin fines de lucro.
OpenAI, uno de los laboratorios de inteligencia artificial más codiciados a nivel mundial, ha anunciado un cambio estratégico que podría transformar su estructura y su futuro financiero. La compañía ha firmado un nuevo acuerdo con Microsoft para convertirse en una empresa con fines de lucro, lo que le permitirá realizar una oferta pública inicial (IPO) en el futuro y atraer mayores inversiones. Este cambio busca separar las operaciones comerciales con fines de lucro de su parte sin ánimo de lucro, que hasta ahora había limitado su capacidad de crecimiento y rentabilidad.
Desde 2019, Microsoft ha invertido aproximadamente 13.000 millones de dólares en OpenAI y actualmente mantiene una participación valorada en unos 135.000 millones, lo que equivale aproximadamente al 27% de la compañía. La inversión y el apoyo de Microsoft han sido fundamentales para el desarrollo y éxito de ChatGPT, una de las tecnologías de IA más demandadas en el mundo. Sin embargo, las finanzas de OpenAI han estado bajo intensa vigilancia debido a los elevados costes y las dudas sobre una rentabilidad clara a largo plazo.
OpenAI reporta ingresos de hasta 13.000 millones de dólares anuales procedentes de ChatGPT y otros servicios relacionados, aunque sus costes en computación superan los 1.400 millones. A pesar de esto, el CEO de la compañía, Sam Altman, ha expresado un optimismo categórico respecto al crecimiento futuro, proyectando que los ingresos podrían alcanzar los 100.000 millones de dólares para 2027 o 2028. Altman también ha señalado que, aunque no hay una fecha definida para la salida a bolsa, existe la expectativa de que suceda eventualmente, en línea con la tendencia de la industria tecnológica.
El cambio en la estructura empresarial también permitirá que OpenAI supere los límites impuestos por su naturaleza sin ánimo de lucro, que restringía las ganancias que podían repartir los inversores. Esta modificación facilitará la captación de financiación adicional y potenciará la expansión de sus operaciones, incluyendo el desarrollo de nuevos productos y servicios de IA que buscan consolidar su posición como uno de los principales proveedores en el mercado tecnológico.
Mientras tanto, algunos inversores mantienen cierta cautela debido a los altos gastos y a la falta de evidencia de una rentabilidad sostenida a largo plazo. No obstante, Altman ha restado importancia a las preocupaciones, asegurando que la compañía genera más ingresos de los que muchos creen y que su demanda en distintos segmentos, tanto en consumo como en empresa, sigue creciendo a ritmo acelerado. La expectativa de que OpenAI alcance ingresos cercanos a los 100.000 millones en unos pocos años sigue alimentando las especulaciones sobre su potencial impacto en el mercado de la inteligencia artificial.