OpenAI se convierte en empresa con ánimo de lucro para facilitar inversiones y ampliar su inversión social
OpenAI firma un cambio estratégico que impulsa su crecimiento, inversiones y compromiso social, transformándose en una empresa con ánimo de lucro.
OpenAI, la compañía responsable de innovaciones como ChatGPT y líder en inteligencia artificial, ha dado un paso decisivo al convertirse en una empresa con ánimo de lucro, marcando una nueva etapa en su historia. Tras casi una década como organización sin fines de lucro, la firma ha finalizado su reestructuración para facilitar la captación de inversiones y la posible salida a bolsa, lo que podría convertirla en una de las mayores colocaciones públicas de la historia.
Fundada en 2015 con el objetivo de alcanzar la inteligencia artificial general (AGI) y garantizar que sus beneficios sean para toda la humanidad, OpenAI modificó su estructura en 2019 para limitar sus ganancias a 100 veces la inversión inicial. Ahora, con su reestructuración definitiva, la compañía cuenta con nuevos acuerdos con gigantes como Nvidia, Oracle, AMD y Broadcom, y tiene un plan de negocio a cinco años para impulsar sus ingresos mediante el lanzamiento de nuevos productos.
Este cambio ha sido impulsado además por las exigencias de sus inversores, entre los que destaca SoftBank, que aprobó una inversión de 22.500 millones de dólares condicionada a la conversión de la empresa en una entidad con ánimo de lucro. La entrada de estos fondos ha incrementado notablemente la valoración de OpenAI, que ahora se estima en alrededor de 500.000 millones de dólares. Tal valoración posiciona a la empresa como una potencial protagonista en una de las mayores salidas a bolsa de la historia, comparable a las de Facebook y Uber.
La estructura resultante incluye a OpenAI Group PBC, una corporación de beneficio público, y a la antigua fundación sin fines de lucro llamada OpenAI Foundation. La nueva estructura permite que los beneficios se utilicen para fines filantrópicos, destinando más de 25.000 millones de dólares a proyectos en salud, ciberseguridad y otros ámbitos sociales, mientras que los inversores y empleados mantienen participaciones significativas en la compañía.
Microsoft, principal inversor en OpenAI, se asegura una participación cercana al 27% en la nueva estructura, junto con una inversión total equivalente a 130.000 millones de dólares. La fundación original controlará aproximadamente un 26% de las acciones, con el restante dividido entre empleados y otros inversores. Aunque aún no se ha definido la participación específica del CEO y cofundador Sam Altman, esta reorganización ha permitido consolidar recursos y fortalecer la capacidad de la empresa para competir en el mercado global, a la vez que mantiene su compromiso con beneficios sociales y avances en IA.