Tesla desarrolla un nuevo modelo de conducción autónoma completa con diez veces más parámetros y mejoras en compresión de video
Tesla impulsa la innovación en conducción autónoma con un nuevo modelo más avanzado, acercándose a un lanzamiento público en un entorno competitivo.
Tesla ha anunciado el entrenamiento de un nuevo modelo de conducción autónoma completa (FSD, por sus siglas en inglés), que contará con aproximadamente diez veces más parámetros y mejoras significativas en la compresión de vídeo. Elon Musk, CEO de la compañía, indicó en redes sociales que este sistema podría estar listo para su lanzamiento público a finales del próximo mes, siempre que las pruebas actuales sean exitosas.
El sistema FSD de Tesla es parcialmente automatizado y está diseñado para que los vehículos naveguen y realicen maniobras con mínima asistencia del conductor. Sin embargo, se requiere que el conductor mantenga las manos en el volante y esté preparado para tomar el control en cualquier momento. Este sistema se basa en un modelo de inteligencia artificial que permite a las cámaras y sensores de los vehículos percibir y entender el entorno que los rodea.
Este avance en tecnología de conducción autónoma es un pilar estratégico para el crecimiento en ingresos y avances tecnológicos de Tesla, especialmente en un mercado de vehículos eléctricos cada vez más competitivo, donde los fabricantes chinos han aumentado su presencia. El modelo central de Tesla para este crecimiento se enfoca en la autonomía y en fortalecer su competencia en el mercado global. Además, Tesla ya ofrece su sistema Autopilot en Europa y China, buscando ampliar sus capacidades en diferentes regiones.
Por otro lado, las cifras recientes reflejan un escenario desafiante para la compañía. En el segundo trimestre, los ingresos por vehículos cayeron un 16%, y las ventas en Europa también disminuyeron. La tensión en el mercado se ha reflejado en una caída del 23,55% en el valor de las acciones de Tesla durante lo que va del año. Esta situación se ha agravado por daños reputacionales derivados de la ruptura con la administración estadounidense de Joe Biden, lo que ha impactado la percepción del mercado sobre la compañía y su futuro financiero.