Tesla no presenta plan para compensar a propietarios afectados por hardware HW3 y enfrenta demandas legales

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Tesla no presenta plan para compensar a propietarios afectados por hardware HW3 y enfrenta demandas legales

Tesla aún no ha definido soluciones ni compensaciones para propietarios afectados por el hardware HW3, mientras enfrenta demandas por promesas incumplidas.

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Más de cuatro meses después de que Tesla admitiera que su hardware HW3 no podrá soportar capacidades de conducción autónoma total, la compañía aún no ha presentado un plan claro para compensar a los millones de propietarios afectados. A pesar de haber vendido millones de vehículos con este sistema desde 2016 y de que muchos usuarios pagaron hasta 15.000 $ por el paquete de conducción Autónoma Completa, Tesla no ha ofrecido una solución concreta ni para la actualización del hardware ni para la recuperación de la inversión de los clientes.

Originalmente, Tesla prometió que todos los coches fabricados a partir de 2016 serían capaces de alcanzar una conducción autónoma total mediante futuras actualizaciones de software. Sin embargo, el hardware HW3, instalado en miles de vehículos, no es compatible con las nuevas versiones de hardware más potentes, como HW4 y HW5, y no existe una estrategia definida para realizar retrofits en los coches existentes. Incluso los futuros equipos como el HW5, anunciado para su uso en el Cybertruck en 2024, no están confirmados como retrocompatibles con los modelos anteriores.

El CEO Elon Musk reconoció en enero pasado que habría que reemplazar el hardware en los vehículos con HW3 para cumplir con las promesas de conducción autónoma, admitiendo que sería un proceso difícil y costoso. Sin embargo, hasta ahora Tesla no ha anunciado un plan para realizar estos reemplazos ni para devolver la inversión a quienes pagaron por funciones que no podrán disfrutar, lo que también afecta la valoración de sus vehículos en el mercado de segunda mano.

La situación ha derivado en múltiples demandas judiciales, tanto por incumplimiento de promesas relacionadas con la conducción autónoma como por la posible depreciación del valor de los coches afectados. Se estima que las futuras sanciones millonarias podrían afectar significativamente las finanzas de la compañía, que actualmente apuesta por centrarse en flotas internas y servicios de transporte con teleoperación, en lugar de cumplir con sus compromisos a los consumidores.

Además, los coches más antiguos, en su mayoría con HW3, apenas reciben actualizaciones de funciones de conducción autónoma y están muy lejos de lograr la autonomía total prometida inicialmente. La percepción pública y la confianza en Tesla están en juego, mientras la compañía parece priorizar sus flotas comerciales y servicios de movilidad, dejando en segundo plano a las personas propietarias de vehículos de consumo que han sentido que se les incumplieron las promesas realizadas hace casi una década.