Ventas de Tesla caen un 16% en el segundo trimestre y enfrenta desafíos en su estrategia autónoma
Tesla enfrenta una caída en ventas y desafíos regulatorios que afectan su prometedora estrategia autónoma y su posición en el mercado global.
Las ventas de vehículos de Tesla cayeron un 16% interanual en el segundo trimestre, acompañado de una disminución de sus ganancias y una reducción de los ingresos por créditos regulatorios, que están en declive debido a cambios políticos liderados por los republicanos. A pesar de las promesas futuristas del CEO Elon Musk, las cifras actuales reflejan un panorama desafiante para la compañía. En una reciente llamada con analistas, Musk afirmó que los vehículos eléctricos de Tesla pronto serán autónomos y rentables para los propietarios, y destacó que su servicio robotaxi, actualmente en fase de prueba en Austin (Texas), se expandirá a otros estados, siempre dependiendo de la aprobación regulatoria.
Las acciones de Tesla cayeron un 8% tras la publicación de los resultados y acumulan una bajada del 22% en lo que va de año, siendo el peor comportamiento entre las grandes tecnológicas. Los analistas señalan que la compañía debe mejorar su rentabilidad a corto plazo, enfrentándose a una competencia creciente en vehículos eléctricos, especialmente en China, así como a un entorno político que afecta su imagen en Estados Unidos y Europa.
En cuanto a la estrategia autónoma, Tesla ha probado su robotaxi en Austin con una flota pequeña de vehículos, supervisados de forma remota por empleados y con un supervisor humano en el asiento del pasajero, preparado para intervenir si fuera necesario. La compañía aspira a lanzar este servicio en varias regiones, pero aún enfrenta obstáculos regulatorios y limitaciones técnicas, ya que en California, por ejemplo, la autoridad exige permisos específicos que Tesla no ha obtenido para operar vehículos sin conductor en el transporte de pasajeros.
Mientras tanto, Alphabet/Waymo ha recorrido más de 100 millones de millas en conducción autónoma en diversas ciudades y ha empezado a generar ingresos significativos en el segmento de transporte autónomo, además de ampliar su presencia en varias urbes estadounidenses. En contraste, las promesas de Musk sobre autos autónomos y robots han generado expectativas que, tras una década de retrasos y compromisos incumplidos, aún no se han materializado en un liderazgo tangible.
Por otro lado, Musk mantuvo su visión optimista, asegurando en redes sociales que Tesla podría alcanzar un valor de 20 billones de dólares e insistió en que la compañía lidera en inteligencia artificial aplicada a vehículos y robots, muy por delante de Google o competidores como Baidu. Sin embargo, el contexto actual muestra que Tesla aún enfrenta importantes desafíos regulatorios, técnicos y de mercado, que determinarán su camino en un futuro cercano. La compañía ha señalado que la transición hacia una posición líder en IA, robótica y servicios relacionados está en marcha, pero sin ofrecer nuevas proyecciones de crecimiento o beneficios para los próximos meses.