Google incrementa sus emisiones de CO2 en 2024, alcanzando las 11,5 millones de toneladas
Google reporta un aumento en sus emisiones de CO2 en 2024, complicando sus metas de sostenibilidad y enfrentando desafíos en su transición energética.

Google ha publicado su informe de sostenibilidad, que revela un incremento en sus emisiones de CO2 durante 2024. Según el documento, las emisiones totales han aumentado un 11%, alcanzando aproximadamente 11,5 millones de toneladas, lo que representa un incremento del 51% respecto a 2019. Sin embargo, esta cifra corresponde solo a las emisiones «ambiciosas» de alcance 1 y 2, excluyendo las generadas en la cadena de suministro y ciertos productos comprados, por lo que el impacto real probablemente sea mayor. Cuando se consideran todas las huellas de carbono, incluidas esas emisiones ausentes, el total sería de aproximadamente 15,2 millones de toneladas de gases de efecto invernadero en 2024.
El informe también destaca una reducción en las emisiones procedentes de sus centros de datos, aunque el consumo energético asociado y las emisiones derivadas del desarrollo de inteligencia artificial (IA) han aumentado y se prevé que mantengan esa tendencia. La rápida expansión de modelos de IA y su desarrollo demandan cada vez más energía, dificultando la predicción del consumo futuro y el impacto en las emisiones globales de la compañía. Esto se añade a los desafíos que enfrenta Google ante las políticas energéticas y climáticas, que, según la empresa, avanzan de forma demasiado lenta, afectando la adopción de energías renovables neutras en carbono y encareciendo los avances en sostenibilidad.
En línea con sus objetivos, Google había establecido la meta de reducir en un 50% sus emisiones para 2030 respecto a los niveles de 2019. Sin embargo, los datos actuales muestran que este objetivo no solo no se alcanzó, sino que las emisiones han aumentado más de la mitad, considerando las cifras reales y no solo las «ambiciosas». Aunque el informe no indica que la meta haya sido formalmente abandonada, su incumplimiento refleja las dificultades de una transición sostenible rápida ante las limitaciones externas y los cambios en las políticas energéticas globales.