Trump propone eliminar regulaciones sobre inteligencia artificial en EE.UU. bajo estrategia de 'America First'
Trump propone eliminar regulaciones sobre la inteligencia artificial en EE.UU., promoviendo una estrategia "America First" con impacto en leyes y desarrollo tecnológico.
El expresidente Donald Trump ha presentado un plan de acción para la inteligencia artificial (IA) basado en una estrategia de «America First» que propone la prohibición total de regulación sobre la IA, incluyendo materiales protegidos por derechos de autor. Esta propuesta cuestiona las alrededor de 700 leyes existentes en Estados Unidos a nivel estatal, caracterizadas por sus contradicciones, lo que genera un entorno de inseguridad jurídica que afecta especialmente a los grandes proveedores de tecnología en este campo.
Entre las medidas adoptadas destaca la relajación de requisitos para los centros de datos que soportan la infraestructura de IA en EE.UU., pese a los problemas de abastecimiento de agua en esas ubicaciones, así como una tendencia a evitar regulaciones estrictas que limiten el desarrollo de esta tecnología. Además, la administración de Trump ha promovido modelos de IA sin sesgos, con el objetivo de evitar declaraciones incómodas en lugar de garantizar una verdadera neutralidad.
En el sector salud, se utiliza el sistema generativo de IA «Elsa» por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU. para evaluar protocolos clínicos, aunque presenta importantes deficiencias, como «alucinaciones» que generan datos ficticios o erróneos. Empresarios y expertos advierten que cualquier información no verificable resulta poco fiable, pese a que se siga promoviendo el uso de estas herramientas sin regulaciones claras en el sector sanitario.
En el ámbito de la búsqueda en línea, Google declaró en su conferencia Search Central Live que los contenidos generados por IA están permitidos siempre que mantengan una alta calidad. Sin embargo, datos del Pew Research Center revelan que la interacción con resultados tradicionales disminuye, con la tasa de clics en resultados clásicos cayendo del 15% al 8% cuando se presenta una síntesis de IA, indicando una transformación en los hábitos de búsqueda y consumo de información.
En Europa, la innovación avanza con proyectos como «Lumo», un chatbot europeo desarrollado por Proton que prioriza la privacidad mediante encriptación total y no comparte datos con terceros, en respuesta a las preocupaciones sobre la privacidad y el uso de información en la IA. La aplicación está basada en modelos open source y ofrece una alternativa más segura a los sistemas comerciales tradicionales.
En regulación y gestión del tráfico digital, organizaciones como la Internet Engineering Task Force (IETF) enfrentan un aumento sin precedentes en solicitudes de bots impulsados por IA. Solo en un año, las solicitudes relacionadas con ChatGPT en su plataforma crecieron un 4.000%, obligando a adaptar la infraestructura con nuevas medidas, incluyendo la implementación de estándares para identificar bots y limitar su impacto en la carga de los servidores.
Por último, en competencia tecnológica, un hito notable se alcanzó en un concurso internacional de programación, donde un desarrollador polaco superó a una IA de OpenAI en un desafío de diez horas, logrando una puntuación un 9,5% superior a la de la inteligencia artificial, lo que demuestra que, pese a los avances, la capacidad humana sigue siendo fundamental para ciertos retos complejos.