¡Bang bang! De Indra a FCC: la industria militar como motor del negocio tecnológico
Con la industria militar también colaboran grupos como Abengoa o Informática El Corte Inglés. El proyecto de los Presupuestos Generales del Estado para 2018 contempla una inversión de 8.086,7 millones de euros para Defensa, un 6,9% más en relación al año anterior.
Cuerpos de bombas de aviación, fragatas, repuestos para aviones de reabastecimiento de vuelo, proyectiles de artillería… Pero también sistemas de comunicación, software de simulación, drones o equipos de seguridad de datos. El vínculo entre la industria militar y el sector español de la tecnología es estrecho. Históricamente, la defensa ha sido uno de los principales dinamizadores de la industria tecnológica en España. El sector militar es un negocio de cifras millonarias en el que las tecnológicas españolas han encontrado un socio de lo más lucrativo.
Sólo en el primer semestre de 2017, las exportaciones de material de defensa ascendieron a 2.041,6 millones de euros, lo que representa un incremento del 11,1% en relación al mismo periodo del año anterior. La cifra es la mitad de las ventas generadas por las exportaciones de materias primas (4.055,3 millones) y más del doble que las exportaciones de equipos de telecomunicaciones (1.028,8 millones) en el mismo periodo.
“Nuestras Fuerzas Armadas se mueven en un contexto cada vez más complejo donde el papel de la innovación tecnológica adquiere una creciente dimensión e importancia”, señala el Gobierno en el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado de 2018. E Indra, Abengoa, Informática El Corte Inglés, Hisdesat, Tecnocom, Tecnobit, Carbures o Sener, entre muchas otras empresas españolas, lo saben de primera mano.
Indra es uno de los principales proveedores españoles de la industria militar en tierra, mar y aire. El desarrollo de soluciones tecnológicas para defensa representa alrededor de un 20% de su facturación global. En 2016, los ingresos que le generó esta división alcanzaron 599 millones de euros, y hasta 2020, la empresa prevé una tasa de crecimiento anual compuesto del 5%, según consta en la presentación para inversores.
“Defensa y seguridad es un mercado atractivo con una clara tendencia al alza”, señala Indra en el documento, en el que incide en que la empresa está modificando su oferta y aplicando tecnologías disruptivas a sus soluciones. Comunicaciones por satélite, guerra electrónica, la aplicación de big data en el control de fronteras son algunos de los proyectos que gestiona la compañía, que anunció la adquisición de Tecnocom en 2017.
Esta es, precisamente, otra de las compañías españolas que figuran en el Catálogo de la Industria Española de Defensa 2017-2018, elaborado por el Ministerio de Defensa. Junto a ella destacan la española Tecosa, que pertenece a Grupo Siemens y que está especializa en el desarrollo de soluciones innovadores de integración de sistemas de seguridad, o el grupo vasco de ingeniería y tecnología Sener, que se dedica al suministro de sistemas electromecánicos, ópticos, sistemas para submarinos y servicios de modernización de helicópteros.
La empresa de ingeniería de sistemas tecnológicos avanzados Inster, Carbures con su división de defensa y aeroespacial o Ibatech Tecnología, que ofrece servicios de detección e identificación de explosivos, entre otros, engordan la lista de los socios de la industria militar en el sector tecnológico.
“Está ampliamente reconocido el enorme impacto que el desarrollo tecnológico tiene en los sistemas de defensa, existiendo una clara correlación entre el grado de tecnificación de los Ejércitos y su eficacia a la hora de llevar a cabo las misiones que se les encomienda”, argumenta el Gobierno español.
El potencial de la industria tecnológica aplicada al ámbito militar se vio reflejada también en el nacimiento de Hisdesat en 2001. La compañía, participada por Hispasat (43%), la sociedad pública perteneciente al Ministerio de Defensa Isdefe (30%), Airbus Defence&Spain (15%), Indra (7%) y Sener (5%), nació como operador de servicios gubernamentales por satélite. Sus ámbitos de actuación son defensa, seguridad, inteligencia y asuntos exteriores.
En la industria militar también se han implicado grupos como FCC, Abengoa o El Corte Inglés. En el primer caso, la compañía que preside Pablo Colio provee al sector de sistemas de planeamiento de misiones aéreas, ingeniería informática y simulares. Abengoa, por su parte, colabora con la industria militar a través de su división Abengoa Innovación, que desarrolla su actividad en las tecnologías del hidrógeno y de las pilas de combustible.
El Corte Inglés tiene una doble vía de colaboración en el ámbito militar. De una parte, la empresa provee a través de Informática El Corte Inglés de sistemas C4ISR para el despliegue de fuerzas propias en las operaciones de campo, y de sistemas para la obtención y relación de datos procedentes de múltiples fuentes, entre otros. De otra parte, la división Empresas de El Corte Inglés proporciona vestuario y equipamiento, así como logística de campaña, y más.
Más de 600 millones para I+D+i en Defensa
“España es una nación responsable y comprometida con la seguridad y la paz internacional, por lo que la política de defensa seguirá encaminada a disponer de recursos humanos preparados y alistados, así como las herramientas y capacidades necesarias para hacer frente con eficacia a los riesgos y amenazas de nuestro entorno”, sentencia el Gobierno.
El proyecto de los Presupuestos Generales del Estado para 2018 contempla una inversión de 8.086,7 millones de euros para Defensa, un 6,9% más en relación al año anterior. La cifra representa el 2,3% de los presupuestos totales, aunque hay que tener en cuenta que estas no incluyen las partidas destinadas a las misiones en el exterior, que se financiación con cargo al Fondo de Contingencia. De estos, 678,71 millones de euros están previstos para a investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), lo que representa un incremento del 9,6% en relación a los presupuestos de 2017 y un 8,39% sobre el gasto total militar.