Alphabet y Nvidia lideran las ganancias del mercado en 2025, mientras otras tecnológicas muestran menor impulso
El mercado de valores en 2025 mostró destacadas diferencias entre las firmas tecnológicas, con Alphabet y Nvidia liderando los avances y otras sufriendo menores cambios.
El año 2025 en el mercado de valores se caracterizó por contrastes notables. Comenzó con un impacto político que generó incertidumbre, seguido de una recuperación sólida que, sin embargo, dejó más dudas que certezas sobre el rumbo del mercado. El índice S&P 500 aumentó un 16% durante el año, pero dentro del sector tecnológico solo dos empresas lograron destacar por encima del rendimiento general: Alphabet y Nvidia.
Mientras que empresas como Microsoft, Tesla, Apple, Meta y Amazon obtuvieron incrementos de valor mucho menores, únicamente Alphabet y Nvidia superaron ampliamente las cifras del mercado en general, con crecimientos aproximados del 63% y 30% respectivamente. En términos específicos, Alphabet, que al inicio del año era considerada una «perdedora» en inteligencia artificial, sorprendió a todos al duplicar su valor en solo seis meses. Su capitalización de mercado superó los 4 billones de dólares, situándola prácticamente a la par de Apple y cerca de Nvidia, dejando atrás a Microsoft.
Este repunte de Alphabet se impulsó por avances en Google Cloud, un crecimiento sostenido en YouTube y una recuperación en el negocio de publicidad, que mostró resultados de doble dígito. Además, la percepción del mercado cambió notablemente, dejando de considerar a Alphabet como rezagada en IA y posicionándola como una de las estrellas del mercado en 2025. Cabe destacar que la compañía incluso alcanzó momentos en los que superó la marca de los 4 billones de dólares en capitalización de mercado, consolidándose como uno de los actores más relevantes del año.
Por otro lado, Nvidia consolidó su liderazgo como motor de la revolución de la inteligencia artificial, siendo en verano la empresa más valiosa del mundo. Sus ingresos crecieron a un ritmo vertiginoso, notablemente superior al 60%, manteniendo márgenes históricos y una demanda que excedía la oferta de sus chips Hopper y Blackwell. Para proveedores de servicios en la nube y startups de IA, Nvidia fue un elemento imprescindible en el ecosistema tecnológico.
No obstante, en la segunda mitad del año surgieron dudas entre analistas e inversores respecto a cuánto de este crecimiento ya está asumido en la valoración de la acción. La cautela aumentó y algunos expertos, como el gestor Michael Burry, compararon la situación actual con la burbuja punto-com, advirtiendo que incluso los ganadores estructurales pueden sufrir decepciones si las expectativas se vuelven irrealistas.
Se empezaron a cuestionar en los círculos financieros si esta fase de auge de la IA representa una revolución sostenible o simplemente una sobrevaloración. Las próximas semanas y meses serán cruciales para determinar si el ciclo alcista continuará o si estamos frente a un período de consolidación. La posible salida a bolsa de empresas relacionadas con IA, como OpenAI y Anthropic, podría marcar una nueva etapa en la inversión, pero también traerá riesgos si las expectativas no se cumplen. En definitiva, 2026 promete ser un año decisivo para los gigantes tecnológicos y el ecosistema de la inteligencia artificial.