Autoridades de EE.UU. desmantelan red de contrabando de chips Nvidia por más de 160 millones de dólares vinculada a China
Las autoridades estadounidenses desmantelaron una compleja red de contrabando que intentaba exportar chips Nvidia hacia China, poniendo en riesgo la seguridad nacional.
Las autoridades de Estados Unidos anunciaron la desarticulación de una red de contrabando vinculada a China que traficó o intentó traficar más de 160 millones de dólares en chips Nvidia sujetos a control de exportaciones. La operación, denominada «Operation Gatekeeper», reveló esfuerzos por dirigir chips de inteligencia artificial, con aplicaciones militares y civiles, hacia entidades que podrían poner en riesgo la seguridad nacional estadounidense.
Según informó la Oficina del Fiscal de Estados Unidos en Texas, dos empresarios fueron detenidos y una compañía con sede en Houston, Hao Global LLC, junto con su propietario, Alan Hao Hsu, se declararon culpables de actividades de contrabando y exportaciones ilícitas en octubre de 2024. Se supo que Hsu y sus asociados intentaron exportar o ya habían exportado cerca de 160 millones de dólares en chips Nvidia H100 y H200 entre octubre de 2024 y mayo de 2025. Aunque estos modelos no son los más avanzados de Nvidia, requieren licencia especial para su envío a China según las regulaciones vigentes.
Las investigaciones revelaron que Hsu falsificaba documentos de envío y utilizaba intermediarios para ocultar los destinos reales, incluyendo China, Hong Kong y otras regiones prohibidas. Además, se rastrearon más de 50 millones de dólares provenientes de China que ayudaron a financiar la operación. Hsu, que permanece en libertad bajo fianza, enfrenta hasta diez años de prisión en su sentencia prevista para febrero de 2025. Por su parte, Hao Global podría recibir multas equivalentes al doble de las ganancias ilícitas, además de libertad condicional.
El esquema también involucró a otras personas, como Fanyue Gong, ciudadana china residente en Nueva York, y Benlin Yuan, canadiense con residencia en Ontario. Ambos habrían colaborado con empresas logísticas en Hong Kong y una firma de inteligencia artificial en China para evadir los controles sobre los chips. Se les acusa de usar compradores ficticios, reetiquetar envíos y manipular información para disfrazar los destinos chinos, además de reclutar inspectores y diseñar estrategias para ocultar las exportaciones ilegales.
Las autoridades estadounidenses destacaron que estas acciones forman parte de una serie de operativos recientes que buscan reforzar el control sobre las exportaciones de chips de alta tecnología, en un contexto en el que legisladores presionan por mayor supervisión ante las aparentes lagunas en las regulaciones existentes. Nvidia afirmó que mantiene estrictos controles sobre sus exportaciones y trabaja en colaboración con las autoridades para evitar el contrabando de productos, incluso en el mercado secundario.
Este caso refleja las tensiones actuales en la venta y distribución de tecnología avanzada, especialmente en un escenario en el que China, Estados Unidos y otros países consideran cruciales los recursos de inteligencia artificial y computación de alto rendimiento. Aunque Estados Unidos podría permitir en el futuro el envío de algunos chips como el H200 a determinados «clientes aprobados» en China, esto estaría condicionado a obtener beneficios económicos significativos, en un contexto de estrecha vigilancia y regulación internacional.