Barcelona apoya al taxi e impone un límite de vehículos a Uber y Cabify
El ayuntamiento de la capital catalana cumplirá con el ratio de una licencia de alquiler de vehículos con conductor (VTC) por cada treinta de taxis. El consistorio pondrá en marcha una licencia municipal complementaria.
Barcelona limita el número de licencias de vehículos de alquiler con conductor (VTC) en sus calles. El Ayuntamiento cumplirá con el ratio de una licencia VTC por cada treinta de taxis, lo que supone un golpe a las aspiraciones de Uber y Cabify en la ciudad. Parte de la estrategia del consistorio contempla la puesta en marcha de una licencia municipal complementaria.
Dicha autorización, que fue adelantada por El Español en febrero, será de aplicación en el ámbito urbano de Barcelona y se requerirá a parte de la licencia VTC. En ese aspecto, tendrá “un único titular, se referirá a un vehículo concreto y, en ella, aparecerá también la matrícula y otros datos que puedan ser necesarios para su identificación”, reza el documento aprobado por la Administración local.
No es una decisión que apunte a ser excepcional de Barcelona. El Ayuntamiento de Madrid ha mostrado su conformidad para seguir los pasos del consistorio de Ada Colau y ya ha consultado al Ministerio de Fomento para estudiar la viabilidad normativa para imponer una doble licencia a los conductores de las empresas de transporte privado.
Las asociaciones de taxistas en Barcelona han celebrado el reglamento adoptado por el Ayuntamiento de Barcelona y rechazan que su planteamiento sea contrario a la ley. A principios de este mes, el sector recibió un espaldarazo del Tribunal Supremo al ser avalada la imposición de limitaciones a la actividad de los VTC, una medida que el Congreso convalidó un mes antes a través de un real decreto ley.