Caso entre GEMA y OpenAI podría redefinir el uso de obras protegidas en la inteligencia artificial en Europa
La disputa legal entre GEMA y OpenAI plantea importantes interrogantes sobre el uso de obras protegidas en la inteligencia artificial y sus implicaciones jurídicas en Europa.
La disputa legal entre la sociedad de gestión de derechos GEMA y OpenAI, responsable de ChatGPT, se centra en el uso de textos protegidos por derechos de autor para entrenar la inteligencia artificial y la posible reproducción exacta de esos textos en las respuestas del sistema. GEMA acusa a OpenAI de haber utilizado sin autorización nueve textos, incluyendo letras de canciones muy conocidas como «Atemlos», «Männer» de Herbert Grönemeyer, «Über den Wolken» de Reinhard Mey y «In der Weihnachtsbäckerei» de Rolf Zuckowski, y de que dichas obras hayan sido memorizadas y repetidas en las respuestas del chatbot. Esta situación, de confirmarse, podría fortalecer la posición de los autores y titulares de derechos, ya que exigiría autorización y compensación por el uso de obras en procesos de inteligencia artificial.
Por su parte, OpenAI niega haber memorizado los textos, argumentando que lo que refleja su sistema son aprendizajes obtenidos durante el entrenamiento y que las respuestas generadas son modificaciones, no reproducciones exactas. La jueza a cargo del caso, Elke Schwager, ha sugerido en su evaluación preliminar que la repetición prácticamente literal de los textos en las respuestas apunta a la existencia de memoria en el sistema, lo que fortalecería la posición de GEMA. Aunque aún no se ha definido si el tribunal de Múnich emitirá un fallo definitivo o remitirá el caso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, lo cierto es que la resolución tendrá repercusiones fundamentales para el uso de obras protegidas en la inteligencia artificial en Europa.
El debate gira en torno a una problemática jurídica de gran alcance: cómo interpretar las leyes actuales respecto a la utilización de textos y obras en el entrenamiento de IA. La experta Silke von Lewinski, del Max-Planck-Institut für Innovation und Wettbewerb, señala que una sentencia favorable a GEMA podría cambiar las reglas del juego, exigiendo en adelante autorización y pago de derechos por parte de los creadores antes de que sus obras puedan ser utilizadas en sistemas generativos de inteligencia artificial.
En el caso particular, la discusión también abarca las técnicas utilizadas tras el entrenamiento del modelo. Aunque no discuten que los textos se hayan empleado inicialmente, la controversia reside en si las obras fueron almacenadas en la memoria del sistema o solo reflejadas como resultado del aprendizaje. La jueza Schwager ha señalado que, si las respuestas de ChatGPT contienen textos casi idénticos a los originales, es poco probable que esto sea una coincidencia, lo que refuerza la hipótesis de una memorización por parte del sistema y, en consecuencia, la posible violación de derechos de autor.