El Congreso de EE.UU. aprueba ley que elimina incentivos fiscales para energías renovables y vehículos eléctricos a partir de 2026
El Congreso de EE.UU. aprueba una ley que cambiará radicalmente las políticas de energía renovable y movilidad eléctrica en el país.

El Congreso de Estados Unidos ha aprobado la ley conocida como el «Big Beautiful Bill», que introduce cambios significativos en las políticas relacionadas con la energía renovable y los vehículos eléctricos. Entre las principales modificaciones, la ley elimina los créditos fiscales para sistemas solares, almacenamiento de energía y vehículos eléctricos e híbridos a partir de 2026, además de implementar tarifas anuales para estos vehículos y cargos específicos para las empresas del sector.
En concreto, la ley elimina el Crédito Fiscal por Inversión (ITC) del 30% para instalaciones solares y sistemas de almacenamiento energético, afectando duramente el mercado de energías limpias en EE.UU. Desde 2026, empresas como Tesla perderán estos incentivos, lo que podría reducir la demanda de sus productos a medio plazo. También se introduce una tarifa de 250 $ anuales para vehículos eléctricos y de 100 $ para híbridos, con la justificación de financiar reparaciones viales tradicionalmente respaldadas por los impuestos a los combustibles fósiles.
Además, la ley busca eliminar la normativa de Vehículos de Emisión Cero de California (ZEV), una medida que podría complicar aún más la adopción de vehículos eléctricos en el estado. Todo esto implica que las políticas de apoyo a las energías renovables y vehículos ecológicos, que habían sido un pilar para el crecimiento de empresas como Tesla, sufrirán restricciones que afectarán su mercado a largo plazo.
A pesar de estos cambios, muchas acciones relacionadas con energía solar y vehículos eléctricos han experimentado caídas notables en su valor. Sin embargo, las acciones de Tesla mantienen una leve subida, generando la percepción de que la ley podría favorecer la demanda de la compañía a corto plazo, hasta 2025. Pero los analistas advierten que, en 2026, los efectos negativos serán evidentes y amenazarán la recuperación del mercado eléctrico en EE.UU., que ya muestra rezagos respecto a otras regiones del mundo.
En resumen, el «Big Beautiful Bill» representa un retroceso en las políticas de impulso a las energías limpias en Estados Unidos y pone en duda el futuro de la inversión y la expansión de empresas que dependen de incentivos gubernamentales, en un momento en que la transición energética global aún busca acelerar su ritmo.