Discusión sobre acceso gratuito a ChatGPT Plus en Reino Unido genera debate sobre beneficios y riesgos de la democratización de la inteligencia artificial
La propuesta de ofrecer acceso gratuito a ChatGPT Plus en el Reino Unido desata debates sobre beneficios, riesgos y el impacto en la sociedad.
A principios de este año, surgieron informes que indicaban que Sam Altman, CEO de OpenAI, había planteado la idea de ofrecer acceso gratuito a ChatGPT Plus para toda la ciudadanía del Reino Unido. Según The Guardian, la propuesta se presentó en conversaciones con el secretario de Tecnología del país, Peter Kyle, en San Francisco, y podría haber tenido un coste cercano a 2.000 millones de libras. Sin embargo, el gobierno británico decidió, aparentemente, destinar ese dinero a otros fines, descartando la iniciativa en ese momento.
La discusión sobre el acceso universal a las herramientas de IA cobra relevancia en un contexto en el que estas tecnologías ya están transformando la forma en que las personas estudian, trabajan y crean contenido. Desde resumir documentos complejos hasta generar presentaciones en minutos, la IA resulta cada vez más útil y accesible. Expertos en ética, como James Wilson, destacan que la democratización podría reducir la brecha digital y evitar que solo quienes disponen de recursos económicos se beneficien de estas innovaciones, impulsando así una verdadera equidad en el uso de la inteligencia artificial.
No obstante, existen preocupaciones importantes. Wilson compara la propuesta de acceso gratuito con las prácticas de algunos distribuidores de drogas, advirtiendo que la gratuidad inicial podría generar dependencia y, posteriormente, un aumento en los costes. Además, alerta sobre el riesgo de confiar ciegamente en estas herramientas, dado que los modelos de IA pueden ser altamente persuasivos y, a veces, erróneos, lo que podría derivar en la difusión de información falsa o sesgada.
El uso extendido de la IA en ámbitos institucionales puede acarrear riesgos de manipulación y errores, como la incorporación involuntaria de desinformación en informes oficiales o decisiones gubernamentales. Los modelos de IA reflejan las ideologías y sesgos de sus creadores, lo cual puede tener implicaciones peligrosas en política y cultura. Por ejemplo, algunos modelos han demostrado negar hechos históricos como la masacre de Tiananmen o promover contenido con sesgos específicos, lo que genera serias dudas sobre su impacto en la formación de la opinión pública y la historia.
Ante estos desafíos, algunos expertos sugieren que la promoción del acceso universal a la IA debería realizarse de forma progresiva y acompañada de educación en alfabetización digital, transparencia sobre las limitaciones de los modelos y mecanismos que eviten el monopolio. Alternativas de código abierto y sistemas públicos podrían ofrecer una vía para garantizar que esta tecnología sirva al interés colectivo sin favorecer a unas pocas corporaciones.
Aunque la idea de ofrecer ChatGPT Plus gratis a todas las personas pueda parecer un avance progresista, también abre un debate sobre los riesgos de dependencia, desinformación y manipulación cultural a gran escala. La verdadera cuestión no es solo si debemos facilitar el acceso universal a la IA, sino si estamos preparados para gestionar los efectos potenciales de hacerlo a escala global y masiva.