Dos ciudadanos chinos en California son acusados de exportar chips de alta tecnología sin licencias para China
Dos ciudadanos chinos en California enfrentan cargos por exportar ilegalmente chips avanzados, en medio de medidas restrictivas y preocupaciones de seguridad nacional.
Dos ciudadanos chinos en California han sido arrestados y están siendo acusados de exportar chips de alta tecnología sin las licencias correspondientes, en un caso que involucra envíos ilegales realizados entre octubre de 2022 y julio de 2025, según informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Los acusados, Chuan Geng y Shiwei Yang, habrían enviado chips sensibles, incluyendo unidades Nvidia H100 utilizadas en aplicaciones de inteligencia artificial, a China sin contar con los permisos necesarios. Este tipo de chips está sometido a controles de exportación por parte de Estados Unidos desde 2022, como parte de una estrategia para limitar el acceso de China a tecnologías semiconductoras avanzadas.
Las autoridades federales también detectaron que la compañía fundada por los acusados, ALX Solutions, que surgió poco después de la implementación de estos controles, realizó más de 20 envíos en diciembre de 2024 desde Estados Unidos hacia empresas en Singapur y Malasia. Estas transacciones habrían sido realizadas para ocultar los envíos hacia China a través de puntos de transbordo, una práctica común en operaciones de contrabando tecnológico. Además, se incautaron teléfonos móviles con comunicaciones que detallaban estrategias para evadir las leyes de exportación, así como pagos provenientes de Hong Kong y China, sin registros claros de los destinatarios finales.
La investigación, en la que participan el FBI y la Oficina de Seguridad Industrial, sigue en curso. Se sabe que en total, más de mil millones de dólares en chips Nvidia habrían ingresado ilegalmente a China tras las recientes medidas restrictivas. Nvidia aseguró que su política es vender exclusivamente a socios autorizados, quienes se encargan de cumplir con las regulaciones de exportación de EE. UU., y que cualquier producto derivado del contrabando carece de soporte y actualizaciones oficiales. El contrabando de microchips de alta tecnología ha generado creciente preocupación en Washington, dado que el ingreso ilegal de estos componentes representa un riesgo para la seguridad nacional y la competitividad tecnológica del país.