El heredero de Samsung, en el punto de mira: la fiscalía surcoreana pide su detención por presunto soborno

Samsung vuelve a estar en el punto de mira. Pocos meses después de que la compañía surcoreana se viera obligada a retirar todos los dispositivos Galaxy Note 7 del mercado, la fiscalía del país ha solicitado la detención de su vicepresidente, Jay Y. Lee, por presunto soborno y cargos de malversación.

Los fiscales relacionan al empresario, heredero de Samsung, con un caso de corrupción política que provocó el impeachment de la entonces presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye. La defensa del Estado alega que Lee donó una cuantiosa cantidad a un asociado cercano a Park a cambio de que apoyaran la fusión entre las filiales de la compañía Cheil Industries y Samsung C&T Corp, según The Wall Street Journal.

A Samsung también se le atribuyen otras operaciones de alto valor relacionadas con el entorno de la presidenta, con donaciones de cerca de 17 millones de dólares. Tras la petición de la fiscalía, un tribunal de Seúl decidirá si se lleva a tramito el arresto de Jay Y. Lee el próximo miércoles.

Esta no es la primera crisis que afronta Samsung a corto plazo. En septiembre de 2016, el producto estrella de la compañía, el dispositivo Samsung Galaxy Note 7, empezó a presentar serios problemas al prenderse fuego durante la carga de su batería. Ante ello, el grupo surcoreano se vio obligado a retirar todos los terminales del mercado.

A una semana de la presentación oficial de sus resultados, Samsung anunció un adelanto de la evolución de su ejercicio fiscal 2016. El grupo prevé cerrar el año con unas ventas de 201,54 trillones de wones coreanos (160.292 millones de euros), sólo un 0,4% más que el año anterior. La empresa también prevé ganar un 10% más, hasta alcanzar 29,22 trillones de wones coreanos (23.239 millones de euros).