Epic gana orden judicial que obliga a Google a abrir su Play Store a tiendas alternativas, en un caso que avanza hacia el Tribunal Supremo de EE.UU.
El caso entre Epic Games y Google sigue en marcha, con decisiones judiciales que podrían transformar el control en la tienda de aplicaciones.
El enfrentamiento legal entre Epic Games y Google avanza hacia la máxima instancia judicial de Estados Unidos. En diciembre de 2023, un jurado falló a favor de Epic y ordenó a Google abrir su Play Store a tiendas alternativas. Esta decisión establece que, por defecto, las aplicaciones disponibles en Google Play también podrán descargarse desde otros mercados, salvo que los desarrolladores expresamente indiquen lo contrario.
No obstante, Google ha apelado esta sentencia y busca que el Tribunal Supremo suspenda la ejecución de la orden mientras se resuelve el recurso. La compañía solicitó una suspensión provisional antes de que el tribunal decida sobre la apelación, con una audiencia prevista para el 17 de octubre y una presentación formal antes del 27 de octubre. Google pretende evitar en ese momento la implementación de la orden judicial, que afecta su modelo de negocio basado en comisiones por cada compra realizada en su plataforma.
El caso tiene su origen en prácticas anticompetitivas atribuidas a Google desde 2020, cuando Epic demandó a ambas compañías por exclusividad y conductas que supuestamente perjudicaban la competencia en el ecosistema de aplicaciones, especialmente en lo relativo a Fortnite. El fallo de diciembre pasado consideró que Google explotó su monopolio en Android y realizó acuerdos que favorecían al Play Store, afectando la innovación y la seguridad del sistema.
Google argumenta que abrir el proceso de distribución de aplicaciones podría comprometer la seguridad del usuario y reducir la capacidad de innovación en Android. La compañía sostiene que, para acceder a tiendas alternativas, los usuarios deben modificar ajustes de seguridad en su dispositivo, lo que incrementa los riesgos potenciales. Con esta apelación, Google busca mantener el control sobre las políticas y la seguridad de su tienda de aplicaciones, además de proteger su modelo de negocio basado en comisiones.