España baja una marcha en competitividad: desciende dos posiciones en el ránking mundial

España pierde posiciones en materia de competitividad. El país ha descendido hasta el número 34 en el ránking mundial, dos posiciones por debajo de la que ocupó en 2016. El mercado laboral, el entorno macroeconómico y las políticas de innovación lastraron el desempeño de España en esta categoría, según el informe Competitividad Global 2017-2018, hecho público hoy por el Foro Económico Mundial.

La caída de la competitividad en España viene motivada por diversos factores. En primer lugar, el déficit de la economía española y su elevado endeudamiento, que hicieron caer al país cuatro escalones en el ránking de entorno macroeconómico, hasta la posición número noventa. Por otra parte, otro reto de España es mejorar la eficacia del mercado laboral, donde desciende un puesto, hasta el setenta.

España ha estancado sus avances en materia de competitividad. Desde 2012, el país ha mantenido su posición estable entre los puestos 32 y 36. Una encuesta efectuada a ejecutivos para la elaboración del informe señalaba como factores más problemáticos para hacer negocios en España una burocracia ineficaz, la política fiscal, unas regulaciones laborales restrictivas, una insuficiente capacidad de innovar y el escaso acceso a la financiación.

Desde 2012, España ha estancado su avance en materia de competitividad, oscilando entre los puestos 32 y 36 del ránking mundial desde entonces

Suiza, Singapur y Estados Unidos ocupan la primera, segunda y tercera posición del ránking mundial de competitividad en 2017. Holanda y Alemania se mantuvieron en el cuarto y quinto lugar de la tabla, por delante de Hong Kong, que logró avanzar tres posiciones este año. Suecia bajón hasta el séptimo lugar, al igual que Reino Unido y Japón, que descendieron un peldaño hasta los puestos octavo y noveno. Finlandia, por su parte, se mantuvo un año más en la décima posición.

Las diferencias entre países en el seno de la Unión Europea continúan presentes en 2017. Los expertos del Foro Económico Mundial consideran que “no parece haber demasiados indicios de mejora para abordar la división norte-sur de la región”. España está a la cabeza en competitividad entre sus vecinos del sur de Europa, por delante de Portugal, Italia y Grecia, que ocupan los puestos 42, 43 y 87 de la clasificación, respectivamente.