Europa apuesta por la inteligencia artificial abierta y colaborativa para reducir su dependencia tecnológica

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Europa apuesta por la inteligencia artificial abierta y colaborativa para reducir su dependencia tecnológica

Europa impulsa la innovación en inteligencia artificial abierta y colaborativa para fortalecer su autonomía y competir en un escenario global en rápida evolución.

Descripción

A mediados de los años 60, Estados Unidos dominaba el mercado de la aviación gracias a un duopolio sólido entre Boeing y McDonnell Douglas, que parecía casi imbatible. Frente a esa hegemonía, Europa decidió tomar un camino diferente: en lugar de competir en un sector altamente fragmentado y competitivo, optó por la colaboración entre países. Así, en 1970 nació Airbus, un proyecto público-privado que consolidó la unión de talentos e inversiones de Francia, Alemania, Reino Unido y España. Para 1974, esta cooperación dio sus frutos con el primer avión comercial de Airbus, marcando un avance crucial en la tecnología europea y rompiendo con la dependencia de Estados Unidos en el sector aeronáutico.

Ahora, medio siglo después, Europa vuelve a enfrentarse a una encrucijada tecnológica, pero en el ámbito de la inteligencia artificial (IA). La irrupción de ChatGPT a finales de 2023 ha generado una nueva carrera por el dominio de esta tecnología, en un escenario de competencia entre gigantes tecnológicos como Google, OpenAI, DeepMind y Alibaba, además de un enfrentamiento geopolítico entre Estados Unidos y China. La Unión Europea busca posicionarse en este tablero global, consciente de que un control excesivo por parte de pocas corporaciones puede generar dependencia y limitar la autonomía estratégica de sus países.

Ante este panorama, varias naciones europeas están promoviendo sistemas de IA públicos y democráticos, con un enfoque en el código abierto como alternativa a los modelos cerrados dominantes en Silicon Valley. Este modelo abierto, que comparte públicamente el código y los datos de entrenamiento, permite a usuarios y desarrolladores modificar y crear nuevas aplicaciones de manera más flexible y a menor coste. Además, fomenta la transparencia y la innovación, permitiendo que investigadores independientes contribuyan a mejorar los modelos y evitando la concentración del conocimiento en unas pocas empresas. La iniciativa “Airbus for AI”, impulsada por expertos como Joshua Tan, propone un esfuerzo colaborativo similar al de Airbus en el sector aeronáutico, creando una IA pública y multilingüe en beneficio de toda la sociedad.

Europa ya desarrolla proyectos pioneros en esta línea. Un ejemplo destacado es Apertus, un sistema de gran tamaño, código abierto y orientado a cumplir múltiples normativas europeas en privacidad y derechos de autor, nacido en Suiza con colaboración internacional de centros académicos y laboratorios en países como Austria, Noruega, Singapur y Australia. Este sistema no está pensado para uso comercial directo, sino como base para construir diversas aplicaciones como chatbots, sistemas de traducción o plataformas educativas, promoviendo así una IA accesible y transparente.

España y Cataluña también están a la vanguardia, con iniciativas como AINA —destinada a desarrollar modelos en catalán— y la infraestructura ALIA, que buscará desplegar modelos de IA generativa en castellano y lenguas cooficiales, utilizando la potencia de los superordenadores del Barcelona Supercomputing Center. La Unión Europea, por su parte, ha destinado fondos significativos para promover un ecosistema europeo de IA abierta, mediante programas como Open Euro LLM y proyectos públicos como TrustLLM, con el objetivo de reducir su dependencia exterior y potenciar su innovación tecnológica.

Aunque los modelos cerrados siguen dominando en número y capacidades, la tendencia hacia la apertura gana terreno, con muchos modelos en China, Estados Unidos y Europa optando por compartir solo algunos parámetros o versiones parciales, en un equilibrio entre competitividad y transparencia. La apuesta por el código abierto multiplicará las oportunidades para startups y países que quieran impulsar una IA más democrática y menos controlada por grandes corporaciones. La estrategia de China, que busca expandir su influencia hacia el Sur Global mediante modelos de IA accesibles y abiertos, ejemplifica el potencial que Europa puede aprovechar para consolidar una alternativa más equitativa y colaborativa en este sector en rápido desarrollo.