Gobierno de Trump revoca el programa para estudiantes extranjeros en Harvard, generando preocupaciones legales y académicas

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Gobierno de Trump revoca el programa para estudiantes extranjeros en Harvard, generando preocupaciones legales y académicas

El gobierno de Trump suspende inmediatamente el programa para estudiantes internacionales en Harvard, poniendo en riesgo su situación legal y académica.

Descripción

El gobierno de Donald Trump intensifica su ofensiva contra Harvard al notificar la revocación inmediata de su programa para estudiantes extranjeros y visitantes de intercambio. La medida afecta a aproximadamente 6.800 estudiantes de más de 140 países, poniendo en riesgo no solo su situación legal en el país, sino también la continuidad académica de estos alumnos. La universidad ha denunciado públicamente que la acción es ilegal y ha anunciado su intención de resistir en los tribunales.

Según la comunicación enviada por Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, a Harvard, la revocación busca abordar lo que el gobierno califica como permisividad del campus ante el antisemitismo y supuestas coordinaciones con el Partido Comunista de China. Noem acusó a la universidad de permitir que agitadores proterroristas y antiestadounidenses agredieran a estudiantes judíos en sus instalaciones. Además, sin presentar pruebas concretas, se ha señalado que Harvard facilita un ambiente inseguro, generando preocupación en la comunidad.

La decisión fue tomada un día después del asesinato de dos empleados de la embajada israelí en Washington, atribuido a actos de violencia antisemita. Sin embargo, las tensiones entre la administración Trump y Harvard tienen raíces históricas que se remontan a amenazas de recortes de fondos y exigencias de información sobre sus estudiantes internacionales, en un contexto que también involucra temas de seguridad y política exterior.

Harvard, considerando la medida una represalia, ha reiterado su compromiso de defender sus derechos y ha señalado que la revocación amenaza no solo los fondos que recibe, sino también la misión académica y de investigación de la institución. La universidad ha informado que los estudiantes internacionales en Harvard deben ser transferidos a otras instituciones o arriesgarse a perder su estatus legal, lo que implica la posibilidad de deportación, fragmentando aún más la comunidad académica y estudiantil en medio de este conflicto.

Esta confrontación representa un capítulo más en la complicada relación entre el gobierno de Trump y la institución educativa, marcada por amenazas previas de recortes de financiamiento y demandas de mayor transparencia. La resolución de este conflicto en los tribunales será crucial para definir el futuro de estos programas y el ambiente de seguridad y apertura en el campus de Harvard.