Google es condenada en EE.UU. a pagar casi 500 millones de dólares por recopilar datos sin consentimiento
Google enfrenta una condena millonaria en EE.UU. por recolectar datos de usuarios sin su consentimiento, a pesar de las configuraciones de privacidad.
Google ha sido condenada en Estados Unidos a pagar casi 500 millones de dólares por recopilar datos de usuarios incluso cuando las configuraciones de seguimiento estaban desactivadas. El fallo responsabiliza al gigante tecnológico de engañar a los usuarios sobre sus políticas de privacidad y de recopilar información sin su consentimiento explícito.
En una sentencia del tribunal de California, se ordenó a Google pagar 425 millones de dólares y adoptar medidas definitivas para cesar la recopilación y el almacenamiento de datos a pesar de las instrucciones de los usuarios. Además, se solicitó que Google elimine todos los datos históricos recopilados mediante estas prácticas y que pague 2.360 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios. Esta suma representa una estimación conservadora de las ganancias ilegítimas obtenidas por Google a partir de datos recopilados de aproximadamente 98 millones de usuarios y 174 millones de dispositivos.
El caso señala que Google utilizaba un SDK llamado Firebase para registrar información incluso cuando los usuarios desactivaban la recopilación de datos. Entre los datos registrados estaban las URL, el referer y el título en las aplicaciones, lo cual fue considerado una violación a las políticas de privacidad. La compañía, en su defensa, argumentó que los datos recopilados eran pseudónimos, no vinculados a usuarios específicos, y que estaban almacenados en sistemas encriptados, negándose a aceptar la existencia de prácticas ilícitas.
La demanda también acusa a Google de obligar a los desarrolladores a usar Firebase para acceder a sus servicios de análisis y publicidad, lo que reforzaría el control de la compañía sobre la recopilación de datos en todas sus plataformas. Los demandantes solicitaron además una orden judicial permanente para prohibir que Google continúe con estas prácticas y que elimine todos los datos recopilados en contradicción con las configuraciones de privacidad de los usuarios.
La disputa, que comenzó en julio de 2020, se enmarca en una serie de acusaciones sobre el engaño de Google a los usuarios acerca de la naturaleza y alcance del seguimiento digital, evidenciando posibles irregularidades en la protección de la privacidad de millones de personas. La compañía ha anunciado que apelará la decisión y rechazó las acusaciones, asegurando que sus herramientas de privacidad otorgan a la ciudadanía control total sobre sus datos y que respetan las opciones de privacidad cuando estas se activan o desactivan.