Google invierte en tecnología de fusión nuclear para avanzar hacia energía limpia y sostenible
Google impulsa la innovación en energía limpia invirtiendo en fusión nuclear para lograr una fuente sostenible y de bajo impacto ambiental.
Google ha mostrado interés en la energía de fusión nuclear, invirtiendo en Commonwealth Fusion Systems (CFS), una compañía nacida en el MIT que desarrolla la planta experimental SPARC y busca llevar la fusión a un nivel comercial. La fusión nuclear promete producir energía sin residuos radiactivos duraderos, aunque todavía no ha logrado superar el umbral de energía neta, es decir, obtener más energía de la que se invierte en el proceso.
Actualmente, CFS trabaja en la construcción de una demostración en su sede en Devens, Massachusetts, donde empleará imanes superconductores innovadores para controlar el plasma necesario para la fusión. Este enfoque podría permitir diseños de centrales más compactos y económicamente sostenibles, aspectos que entusiasman a Google en su objetivo de avanzar en esta tecnología. La compañía tiene previsto adquirir 200 megavatios de energía de la primera central comercial que CFS planea operar a principios de la próxima década, además de explorar opciones para adquirir energía de futuras plantas.
Este compromiso de Google no es exclusivo; en años recientes, la empresa también firmó contratos de compra de energía con otros desarrolladores de tecnologías limpias, como los pequeños reactores modulares (SMR) de energía nuclear. Sin embargo, expertos del sector consideran que el primer reactor de fusión comercial podría no estar en funcionamiento hasta mediados de los años 2040, dado el reto técnico que representa alcanzar una producción de energía sostenible y rentable.
La inversión y los contratos de compra de energía actúan como incentivos importantes para acelerar el desarrollo de la fusión nuclear, una tecnología que, si se logra, revolucionaría el sector energético mundial. Aunque invertir en este campo todavía conlleva riesgos y posibles pérdidas si no se alcanzan los objetivos, los acuerdos de compra garantizan en parte la sostenibilidad económica del proyecto y aportan confianza a otros inversionistas interesados en esta prometedora fuente de energía. Actualmente, Google, junto con otras grandes corporaciones como Meta y Microsoft, continúa explorando distintas tecnologías para reducir su huella de carbono, incluyendo créditos de carbono adquiridos a través de proyectos de captura directa de aire (DAC).