Google proyecta un parque de generación de 400 MW con captura de carbono en Illinois para reducir emisiones
Google impulsa un proyecto de gas con captura de carbono para reducir emisiones y promover energía más limpia en Illinois.
Google planea construir y operar una central de ciclo combinado de gas de 400 MW con captura y almacenamiento de carbono (CCS) en Decatur, Illinois (EE. UU.), según anunció el jueves en su blog. El CO₂ generado en la combustión del gas se capturará en un 90% y se almacenará de forma permanente a más de 1,6 km de profundidad. Google utilizará la electricidad producida en su primera planta CCS, Broadwing Energy, principalmente para abastecer con energía limpia sus propios centros de datos locales.
Broadwing Energy se ubicará en una planta industrial de Archer Daniels Midland (ADM) en Decatur. La empresa Low Carbon Infrastructure (LCI) está a cargo del desarrollo del proyecto. ADM ya tiene experiencia en el almacenamiento de CO₂ derivado de la producción de etanol, según Google. Para Broadwing Energy se emplearán instalaciones de secuestro clase IV aprobadas por ADM, que capturan el CO₂ generado en la combustión y lo almacenan a más de 1,6 km bajo tierra.
El proceso consta de tres etapas: absorción, regeneración y compresión y almacenamiento. En la etapa de absorción, los gases de combustión pasan por una torre donde contactan con una solución acuosa de aminas. Las aminas, compuestos orgánicos del amoníaco, reaccionan químicamente con el CO₂ para formar un compuesto estable que reduce considerablemente su presencia en los gases.
Durante la regeneración, la solución con CO₂ se calienta con vapor para romper la unión química y liberar CO₂ puro. La solución prácticamente libre de CO₂ se enfría y recircula para continuar capturando más CO₂.
En la fase final, el CO₂ se enfría y comprime en forma líquida para su almacenamiento permanente en formaciones geológicas. En Illinois, se usará la formación Mount Simon, un reservorio de arenisca a más de 1,6 km de profundidad, capaz de almacenar grandes volúmenes de líquido y adecuada para la retención del CO₂.
Se estima que se capturará y almacenará cerca del 90% del CO₂ generado, lo que supone una reducción considerable de emisiones respecto a plantas convencionales de gas. Sin embargo, críticos de la producción eléctrica basada en combustibles fósiles apuntan que esta tecnología podría retrasar la transición hacia energías renovables.
Se prevé que la obtención de permisos administrativos comience en 2025, seguida del inicio de la construcción en 2026. La planta estará lista para operar a finales de 2029 y empezará a funcionar a principios de 2030.