La logística marítima europea busca potenciar la manufactura y sostenibilidad para fortalecer su competitividad
Europa impulsa la innovación y sostenibilidad en su logística marítima para fortalecer su posición industrial y afrontar desafíos globales.
En un contexto económico global cada vez más competitivo, la logística marítima vuelve a posicionarse como un elemento estratégico fundamental para Europa. Organizaciones como SEA Europe —que representa a los astilleros y productores marítimos— y la CPMR, que agrupa a las regiones marinas periféricas de la Unión Europea, hacen un llamado conjunto para potenciar el papel de la industria naval europea dentro de la estrategia industrial comunitaria.
Según estas entidades, descuidar este sector significaría ceder terreno ante potencias asiáticas que actualmente dominan gracias a grandes inversiones públicas y políticas industriales coherentes. Por ello, proponen acciones concretas, priorizando el incremento de financiación pública y privada en innovación naval, especialmente en tecnologías de cero emisiones, que contribuyan a la sostenibilidad y modernización del parque naval europeo.
Además, subrayan la necesidad de crear un marco normativo favorable para la construcción y actualización de naves sostenibles. En paralelo, sugieren transformar los puertos, que hoy funcionan como simples nodos logísticos, en hubs industriales avanzados capaces de generar empleo, conocimiento y valor añadido, impulsando así el desarrollo territorial.
Frente a los desafíos de las transiciones ambiental y digital, ambas organizaciones insisten en que la Unión Europea debe superar la fragmentación actual mediante una gobernanza industrial integrada que alinee políticas energéticas, innovación y desarrollo industrial en una estrategia común. El objetivo es fortalecer la autonomía estratégica y la resiliencia de la cadena marítima europea, haciendo de la logística un pilar clave para el relanzamiento productivo de la región.
Desde SEA Europe y la CPMR advierten que Europa se encuentra en un cruce de caminos: por un lado, la opción de invertir decididamente en una reindustrialización azul, que garantice sostenibilidad y liderazgo tecnológico; por otro, el riesgo de perder competitividad, exportaciones y empleo ante las tensiones geopolíticas y la fragilidad en las cadenas de suministro globales.
En este momento crítico, proponen aprovechar la revisión de la estrategia industrial europea y la implementación del Green Deal para posicionar la economía azul como prioridad en la agenda comunitaria. Solo con decisiones políticas valientes y coordinadas, Europa podrá convertir al mar en un motor de desarrollo y competitividad, enfrentando con éxito los desafíos globales y construyendo un modelo industrial que conjugue sostenibilidad, innovación y seguridad económica.