OpenAI debe entregar registros de ChatGPT en medio de disputa legal con The New York Times
OpenAI enfrenta una orden judicial que obliga a entregar datos de ChatGPT en medio de una compleja disputa legal con The New York Times.
Una nueva orden judicial emitida por la jueza Ona Wang, publicada el 3 de diciembre, obliga a OpenAI a entregar 20 millones de registros de ChatGPT para que los investigadores puedan examinar posibles infracciones de derechos de autor por parte de The New York Times, en el marco de una demanda en curso. Según la magistrada, la divulgación de estos logs no pondrá en riesgo la privacidad de los usuarios, ya que «existen múltiples capas de protección en este caso, precisamente por la naturaleza altamente sensible y privada de gran parte del material en descubrimiento».
A pesar de estas garantías, OpenAI ha expresado su preocupación, señalando que esta medida pone en riesgo la protección de datos y la privacidad de los usuarios. La compañía argumenta que esta orden vulnera la confianza y los compromisos de privacidad asumidos con sus usuarios. En un comunicado previo, del 22 de octubre, Brad Lightcap, director de operaciones de OpenAI, afirmó: «Creemos firmemente que esta es una extralimitación por parte de The New York Times y estamos apelando esta orden para defender la privacidad y la confianza de nuestros usuarios».
La demanda, presentada en 2023, acusa a OpenAI de utilizar contenidos del Times sin autorización para entrenar sus sistemas de inteligencia artificial. La publicación busca acceder a los logs de los usuarios con el fin de contrarrestar la afirmación de OpenAI de que el contenido del periódico «fue obtenido mediante hackeo» para fabricar evidencia. La disputa tiene implicaciones relevantes para la protección de la privacidad en entornos digitales y de inteligencia artificial.
Por su parte, OpenAI informa que no está obligada a conservar de forma indefinida los datos de los usuarios de ChatGPT o de la API en general. Los chats eliminados automáticamente en un plazo de 30 días, incluidas las conversaciones recientes, no están en riesgo. Sin embargo, los datos históricos cubiertos por la orden judicial —que abarcan de diciembre de 2022 a noviembre de 2024— podrían contener información personal. La compañía asegura que ya eliminó toda identificación personal de estos logs y que la jueza Wang le otorgó siete días para completar ese proceso antes de entregarlos a la corte.
Este caso representa un precedente importante en las disputas legales que podrían afectar la confianza y la protección de datos en plataformas de inteligencia artificial y digitales. Aunque la privacidad es una prioridad declarada, expertos advierten que, una vez en manos de los tribunales, los registros podrán ser analizados minuciosamente, lo que genera preocupación sobre la posible inferencia de información personal a partir de las conversaciones, incluso si no incluyen datos explícitos identificables.
Para los millones de usuarios de ChatGPT, esta situación ofrece una visión anticipada de los desafíos y batallas legales relacionados con la privacidad en el ámbito de la inteligencia artificial. La experiencia marca un punto de inflexión, pues por primera vez OpenAI debe entregar datos de conversaciones pasadas, lo que planteará nuevas reflexiones sobre qué información es realmente segura al interactuar con estos sistemas. La próxima batalla legal podría definir en mayor medida las normas y límites para la protección de la privacidad en el uso de IA en el futuro cercano.