OpenAI implementará contenido erótico en ChatGPT solo para adultos verificados, generando preocupaciones sobre privacidad y vigilancia

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OpenAI implementará contenido erótico en ChatGPT solo para adultos verificados, generando preocupaciones sobre privacidad y vigilancia

OpenAI introduce contenido erótico en ChatGPT para mayores verificados, pero esto genera inquietudes sobre seguridad, vigilancia y protección de datos personales.

Descripción

OpenAI anunció que pronto ofrecerá contenido erótico en ChatGPT, pero solo para adultos verificados mediante identificación gubernamental. Esta medida plantea serias dudas sobre la privacidad y la vigilancia, ya que requiere que los usuarios suban documentos como pasaportes o licencias, datos que están en riesgo ante brechas de seguridad y ataques cibernéticos.

Esta iniciativa se enmarca en una tendencia seguida ya por estados de Estados Unidos, como California y 24 más, con leyes similares que exigen verificaciones de edad en aplicaciones y plataformas digitales. Sin embargo, estas medidas han derivado en la creación del sistema digital de identificación más grande jamás construido, sin un proceso de votación popular y con consecuencias no anticipadas.

Este sistema de verificación en línea, diseñado inicialmente para proteger a menores de contenido explícito, se ha convertido en una herramienta de vigilancia constante. Cada verificación genera registros permanentes que pueden ser utilizados por gobiernos, criminales o terceros con fines de extorsión o robo de identidad.

Las brechas de datos, como la ocurrida en Reino Unido y en plataformas estadounidenses como Uber, X y TikTok, evidencian los peligros de subir documentos como licencias o selfies para verificar la edad. La exposición de millones de identidades en estos incidentes ha facilitado actividades delictivas a gran escala, lo que apunta a que esta infraestructura puede ser la receta perfecta para el robo masivo de identidad.

Por otro lado, expertos sugieren que existen alternativas más seguras y privadas, como controles a nivel de dispositivo, navegadores filtrados o teléfonos diseñados específicamente para niños, que evitan la necesidad de entregar información personal y contribuyen a una experiencia en línea más segura.

Si bien algunos defienden la verificación de edad como medida de protección, la realidad es que toda esta infraestructura fomenta una vigilancia masiva e involuntaria. La comparación con mostrar una identificación en un bar se queda corta, ya que en línea la información se registra, almacena y puede ser utilizada sin el consentimiento consciente del usuario.

Este modelo de verificación digital, que puede expandirse a ámbitos como salud reproductiva, recursos LGBTQ+ o discusiones políticas, pone en riesgo la privacidad y la libertad de expresión. La reciente tendencia de incorporar tecnologías de identificación digital sin mecanismos claros de protección sugiere que estamos cruzando un umbral en la pérdida de anonimato y autonomía en internet.

En conclusión, lo que al principio parecía una forma de proteger a menores se ha convertido en una vía de vigilancia que expone a los usuarios a peligros mayores. La protección de la privacidad y la seguridad en línea debe buscar alternativas que no impliquen ceder datos personales en un contexto donde la confianza y la confidencialidad están en juego.