OpenAI ofrece ChatGPT Enterprise a agencias federales de EE. UU. con costo casi insignificante y contratos millonarios para defensa
OpenAI impulsa la adopción de IA en EE. UU. con costos mínimos y contratos millonarios, pero surgen preocupaciones sobre su fiabilidad y dependencia.
OpenAI ha anunciado una asociación con la Administración de Servicios Generales de EE. UU. (GSA) para ofrecer ChatGPT Enterprise a toda la rama ejecutiva federal con un coste casi insignificante, solo 1 dólar por agencia durante los próximos 12 meses. Esta iniciativa busca mejorar la eficiencia y fiabilidad de los servicios gubernamentales mediante el uso de inteligencia artificial, promoviendo su adopción con medidas de protección, transparencia y respeto a la misión pública.
Además, OpenAI fue galardonada con un contrato de 200 millones de dólares por parte del Departamento de Defensa de Estados Unidos para suministrar herramientas de IA destinadas a la recopilación de datos, administración y ciberdefensa proactiva. El objetivo es impulsar la incorporación de la IA en ámbitos de defensa, facilitando una experiencia más eficiente y empoderadora para el personal en sus funciones críticas.
Sin embargo, recientes estudios internos de OpenAI revelan que los nuevos modelos de ChatGPT presentan un alto porcentaje de «alucinaciones», es decir, respuestas incorrectas o inventadas. Durante las pruebas PersonaQA, los modelos GPT-03 alcanzaron un 33% de alucinaciones, y en pruebas simples de conocimiento general llegaron al 51%. La versión más pequeña, GPT-04-mini, mostró una tasa alarmante del 79%, generando preocupación sobre la fiabilidad de estas herramientas en contextos sensibles.
OpenAI aseguró que la investigación en curso sigue centrada en reducir estos errores y mejorar la precisión de sus modelos. Además, la compañía proporciona guías y recursos para que los desarrolladores puedan incrementar la fiabilidad y precisión de las aplicaciones basadas en IA.
Este avance en la integración de inteligencia artificial en el sector público revela la influencia creciente de empresas como OpenAI en la administración de EE. UU., lo que genera temores sobre una posible dependencia excesiva de estas tecnologías en las agencias gubernamentales, en un contexto donde la IA se está infiltrando en múltiples industrias, tanto profesionales como personales.