Primer ministro de Suecia confirma uso de inteligencia artificial para consultar opiniones y tomar decisiones políticas
El primer ministro sueco revela cómo la inteligencia artificial influye en sus decisiones políticas, generando preocupaciones sobre su uso en entornos gubernamentales.
El primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, ha generado controversia al confirmar que utiliza regularmente modelos de lenguaje como ChatGPT y Le Chat para consultar opiniones y comparar acciones con otros países. En una entrevista con el periódico Dagens industri, Kristersson manifestó que emplea estas herramientas para obtener segundas opiniones, preguntándose qué han hecho otros países y si sería conveniente actuar de manera opuesta. Además, afirmó que sus colegas en el gobierno también usan inteligencia artificial en sus tareas diarias.
Sin embargo, expertos y columnistas críticos han alertado sobre las limitaciones y riesgos del uso de estos chatbots en contextos políticos. Las críticas se centran en que los chatbots solo predicen palabras basándose en datos de entrenamiento, sin tener capacidades de análisis político profundo y pudiendo reproducir sesgos existentes en los datos originales. La tendencia de estos sistemas a ofrecer respuestas que parecen diseñadas para agradar o convencer, en lugar de informar objetivamente, también ha sido cuestionada. Un ejemplo de ello es Grok, de xAI, que fue señalado por dar respuestas antisemitas tras una reciente actualización destinada a hacerla más «políticamente incorrecta».
Además, existe preocupación por los riesgos de seguridad y privacidad asociados al uso de estas tecnologías. ChatGPT, por ejemplo, retiene datos en servidores en Estados Unidos, donde las regulaciones de protección de datos son menos estrictas que en Europa, motivo por el cual las autoridades recomiendan no compartir información confidencial con estos sistemas. En el caso del gobierno sueco, aunque han afirmado no compartir información clasificada, el uso de IA por parte de diversas instituciones genera inquietudes sobre vulnerabilidades, filtraciones y posibles accidentes relacionados con información sensible.
Por otro lado, distintas oficinas gubernamentales han adoptado la inteligencia artificial para incrementar la eficiencia en tareas administrativas, diseño de campañas y generación de ideas. Sin embargo, la cultura de manejo de información confidencial en Suecia también ha mostrado vulnerabilidades; ejemplos recientes incluyen la salida de un asesor de seguridad nacional tras incidentes como dejar datos clasificados en un hotel, olvidar su teléfono en una embajada y divulgar fotos personales en plataformas como Grindr. Estos hechos reflejan las dificultades y riesgos asociados a la adopción de nuevas tecnologías en entornos de alta sensibilidad.