La revolución de la inteligencia artificial generativa transforma la monetización y la interacción en el ecosistema digital

La inteligencia artificial generativa está redefiniendo la forma en que los medios interactúan y generan ingresos en el ecosistema digital.

En el último año, la inteligencia artificial generativa y los modelos de lenguaje a gran escala (LLMs) han transformado profundamente el panorama de la web abierta, afectando tanto a buscadores como a editores y anunciantes. Se ha registrado una disminución significativa en el tráfico de búsqueda tradicional, con algunos publishers experimentando caídas del 20–50%, lo que impacta directamente en sus ingresos por publicidad. A pesar de esto, solo el 0,1% del tráfico generado por herramientas de IA como ChatGPT, Gemini o Perplexity llega a los sitios web de los publishers, lo que ha provocado un fenómeno conocido como «búsquedas de cero clics», donde los usuarios obtienen la información sin acceder a otros contenidos.

Este desplazamiento del tráfico de referencia ha provocado la desaparición de casi un millar de millones de visitas críticas a nivel global, reduciendo en un promedio del 7% el tráfico hacia mil sitios web en un año. Mientras tanto, Google y otros actores compiten en el desarrollo de productos de IA generativa, como Gemini, que prometen transformar las conversaciones en oportunidades de negocio mucho más rentables. A diferencia de los clics tradicionales, que generan aproximadamente un dólar por interacción, una conversación en un modelo como Gemini puede valer hasta mil dólares, ya que puede conducir a transacciones completas, como reservaciones y compras en línea.

Este escenario presenta una oportunidad para los editores y publishers. Aunque actualmente el 30–40% de su audiencia llega a través de búsquedas, la mayor parte de su tráfico, entre el 60 y el 70%, proviene de visitas directas, las cuales pueden aprovecharse para ofrecer conversaciones de alto valor y confianza en entornos controlados y especializados. Los editores, al desarrollar sus propios modelos de lenguaje, podrán ofrecer contenido experto y personalizado en áreas de interés como viajes, salud y finanzas, fomentando decisiones informadas y transacciones seguras.

En este contexto, la tendencia actual apunta a que las personas continúen buscando información para tomar decisiones importantes, incluyendo revisiones, imágenes, vídeos y análisis especializados, elementos que los editores han perfeccionado en décadas. La integración de IA en estos procesos no reemplaza la necesidad humana de información confiable, sino que la complementa, creando un entorno donde la confianza y la experiencia del medio se vuelven fundamentales para la fidelidad y el crecimiento.

Asimismo, los modelos de IA ofrecen nuevas vías de monetización. Empresas como Gemini y ChatGPT ya generan ingresos sustanciales con sus suscripciones y transacciones, lo que permite a los publishers pensar en modelos de negocio basados en relaciones en lugar de simples páginas vistas. La clave será que estos medios puedan aprovechar su autoridad y conocimientos especializados, acompañando a las personas en su proceso de decisión y ofreciéndoles valor más allá de la búsqueda rápida, en un entorno donde la confianza y la expertise sean la principal diferenciación.

En definitiva, aunque la caída en el tráfico de búsqueda presenta desafíos a corto plazo, también abre la puerta a una revolución en la forma en que los medios de comunicación y los publishers interactúan con su audiencia y monetizan sus contenidos. La era de las conversaciones de alto valor, con un potencial de ingresos mucho mayor, ya está en marcha, y quienes logren adaptarse podrán consolidar su relevancia en el nuevo ecosistema digital.