Sam Altman advierte sobre posible burbuja financiera en torno a la inteligencia artificial y riesgos de sobrevaloración
Sam Altman alerta sobre riesgos de sobrevaloración y una posible burbuja financiera en el sector de la inteligencia artificial, similar a la de Internet en los 90.
El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, ha advertido sobre el posible surgimiento de una burbuja financiera en torno a la inteligencia artificial (IA), señalando que muchas inversiones en startups del sector podrían estar excesivamente sobrevaloradas sin fundamentos sólidos. Altman resaltó la paradoja del entusiasmo actual: por un lado, considera que la IA representa una revolución tecnológica importante, pero, por otro, advierte que la exaltación desmedida podría conducir a pérdidas significativas para inversores y empresas.
El CEO también comparó esta posible burbuja con la que ocurrió en los inicios de Internet en los años 1990. Durante esa época, la euforia por una tecnología transformadora llevó a la sobrevaloración de muchas compañías, provocando inestabilidad en los mercados cuando muchas de esas empresas no tenían modelos de negocio sólidos. Según Altman, la realidad de la IA comparte esa chispa de innovación con riesgos de sobrestimación y burbuja especulativa.
Además, Altman advirtió que muchas startups de IA operan actualmente con modelos de negocio débiles y que, en este escenario, alguien podría salir perjudicado, especialmente quienes no hayan evaluado cuidadosamente la viabilidad de sus inversiones. Esta preocupación ha sido compartida por otros expertos económicos, como Erik Gordon, de la Universidad de Michigan, y Michael Hartnett, del Bank of America, quienes incluso han señalado que la burbuja actual podría ser mayor que la de Internet en los años 1990, citando sobrevaloraciones en el índice S&P 500.
No obstante, no todos los analistas coinciden en una visión pesimista. Algunos economistas valoran que la inversión en IA ya ha contribuido al crecimiento del PIB en varios países y consideran que, aunque muchas compañías tecnológicas enfrenten caídas en su valor, los avances en hardware, infraestructura y capacidades dejarán un legado duradero en la industria.
En cuanto a OpenAI, la empresa ha experimentado tanto éxitos como obstáculos recientes. La llegada de GPT-5 fue polémica por su menor intuición comparada con versiones anteriores, lo que llevó a la compañía a volver a versiones previas, evidenciando la complejidad de satisfacer a un público en constante crecimiento. Sin embargo, Altman mantiene la confianza en los futuros desarrollos, afirmando que pronto millones de personas interactuarán diariamente con ChatGPT y proyectando que la plataforma puede posicionarse como una de las páginas web más visitadas del mundo.
En el plano de futuras inversiones, Altman anunció planes ambiciosos, como invertir en centros de datos, explorar interfaces cerebro-ordenador y colaborar con diseñadores de hardware, entre ellos Jony Ive. También expresó su ilusión por los avances tecnológicos, subrayando que en los últimos 50 años solo han ocurrido dos cambios de paradigma informático importantes, y animó a esperar y disfrutar del proceso, dejando abierta la posibilidad de que, en unos años, la propia IA pueda ocupar su posición como líder en innovación. Con humor, comentó que dentro de tres años quizás él sea una IA, dejando en el aire qué deparará el futuro para la inteligencia artificial y su liderazgo en la industria tecnológica.