Tendencia viral en redes sociales genera imágenes distorsionadas de The Rock mediante iteraciones en ChatGPT y plantea debate ecológico
Usuarios recrean repetidamente la misma imagen en ChatGPT, generando resultados absurdos y planteando un debate sobre su impacto ecológico.
Una nueva tendencia viral en redes sociales ha llamado la atención por su carácter absurdo y humorístico: usuarios utilizan ChatGPT para intentar recrear una misma imagen mediante múltiples iteraciones, logrando resultados cada vez más extraños o imprecisos. La moda consiste en solicitar al modelo que reproduzca exactamente una imagen, en este caso la de Dwayne «The Rock» Johnson, en 101 ocasiones consecutivas. Cada nueva imagen se usa como base para la siguiente, lo que provoca una evolución en los resultados, desde pequeñas alteraciones hasta transformaciones radicales que distorsionan por completo las características originales.
Este proceso empieza con modificaciones sutiles, pero pronto se vuelve caótico, ya que el modelo reemplaza prendas, modifica expresiones o incluso elimina elementos reconocibles de la imagen inicial, derivando en una especie de arte abstracto. La tendencia, popularizada en plataformas como Reddit, ha generado gran interés y debate, acumulando miles de votos y comentarios que se divierten con la serie de resultados desastrosos pero entretenidos.
Sin embargo, este tipo de experimentos también ha levantado críticas por su impacto ecológico. Según expertos, cada generación de imagen consume aproximadamente 0,010 kWh de energía. Por lo tanto, realizar 100 iteraciones requiere alrededor de 1 kWh, equivalente a la energía necesaria para mantener en funcionamiento un electrodoméstico durante un día completo, como un frigorífico, o para preparar 20 tazas de café. Multiplicando este consumo por la cantidad de usuarios que participan en la moda, el gasto energético se vuelve considerable y cuestionable, especialmente cuando el resultado no aporta ningún valor real y solo genera imágenes absurdas.
Un usuario en Reddit incluso solicitó detener esta tendencia, argumentando que el uso de energía para producir estas imágenes sin sentido es innecesario y perjudicial. El debate plantea una cuestión más amplia sobre cómo debemos gestionar y racionalizar el uso de recursos en la era digital, considerando que muchas actividades en línea requieren consumo energético, aunque sea para fines superficiales o de entretenimiento. La comunidad se enfrenta así a una disyuntiva: ¿hasta qué punto vale la pena seguir participando en estas tendencias, sabiendo su impacto en el medio ambiente?