Tesla mantiene la reutilización total del agua residual en su fábrica de Grünheide tras acuerdo con Waterverband Strausberg-Erkner

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Tesla mantiene la reutilización total del agua residual en su fábrica de Grünheide tras acuerdo con Waterverband Strausberg-Erkner

Tesla asegura la reutilización total del agua residual en su fábrica en Grünheide tras un acuerdo que busca aumentar la sostenibilidad regional.

Descripción

La empresa estadounidense Tesla ha logrado mantener la reutilización total del agua residual generada en su fábrica ubicada en Grünheide, cerca de Berlín, tras la firma de un nuevo contrato con la asociación regional de agua Waterverband Strausberg-Erkner (WSE). Este acuerdo, fruto de prolongadas negociaciones, autoriza incrementar los límites de vertido de aguas residuales, lo que permite a Tesla adaptar sus procesos y reducir aún más su consumo de agua.

Gracias a las recientes mejoras en la gestión del agua y a la reducción del uso en la planta, la calidad del efluente ha cambiado, de modo que el residuo ahora consiste únicamente en agua sanitaria doméstica, sin presencia de contaminantes industriales. Esta modificación eliminó la necesidad de gestionar aguas residuales industriales, centrándose en los límites contractuales establecidos y en los nuevos parámetros acordados.

El acuerdo también establece la concesión de límites más altos para la descarga de aguas residuales, facilitando una operación más flexible y sostenible para Tesla. La empresa valoró positivamente la firma del contrato, señalando que garantiza la continuidad de su programa de reciclaje de aguas residuales y asegura un uso más eficiente del recurso hídrico en la región, que ha sido objeto de debate y preocupación ambiental.

El activismo ambiental ha manifestado su preocupación, especialmente porque parte de la fábrica se encuentra en una zona protegida y el volumen de consumo de agua ha sido un tema de intenso debate público. Grupos ecologistas y coaliciones han protestado contra el nuevo contrato, advirtiendo sobre posibles riesgos para el suministro de agua potable en la zona, que podría verse afectado si aumentan los vertidos o el uso de recursos hídricos en la región.

Aunque Tesla ha insistido en que su consumo de agua en Grünheide es inferior al promedio del sector de vehículos eléctricos y ha logrado reducirlo significativamente, la controversia continúa. La empresa también ha señalado que con este acuerdo puede dejar atrás el debate público sobre su impacto hídrico, mientras sigue produciendo vehículos eléctricos en su única planta europea desde 2022. Sin embargo, las preocupaciones sobre el equilibrio ecológico y el suministro de agua en la zona persisten, manteniendo abierta la discusión sobre los desafíos de la sostenibilidad en la fabricación de automóviles en zonas protegidas.