Tribunales japoneses analizan la protección legal de estilos y contenidos generados por IA en contra de Studio Ghibli
Los tribunales japoneses evalúan si las creaciones de IA que imitan estilos protegidos infringen derechos de autor y la reputación de Studio Ghibli.

Desde el mes pasado, uno de los temas más discutidos en relación con la inteligencia artificial es el lanzamiento de un nuevo modelo de pago de ChatGPT capaz de generar imágenes en el estilo de Studio Ghibli. Esta herramienta ha levantado revuelo entre los seguidores del estudio y de su creador, Hayao Miyazaki, quienes ya expresaron su rechazo y solicitaron acciones legales contra OpenAI. La controversia ha llegado incluso a los tribunales japoneses, donde las autoridades están analizando la legalidad del uso de IA generativa para crear contenidos que imitan estilos específicos.
En Japón, los legisladores y tribunales están evaluando si esta práctica infringe los derechos de autor del estudio y de Miyazaki. Durante una sesión de la Cámara de Representantes, Hirohiko Nakahara, oficial del Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología, explicó que la protección del copyright no cubre interpretaciones ni estilos en sí mismos. Sin embargo, advirtió que si un contenido generado por IA muestra similitudes o depende de un trabajo con derechos reservados, podría considerarse una infracción.
El aspecto más delicado del asunto radica en el uso del nombre de Studio Ghibli y del estilo característico del estudio, el cual es altamente reconocible y forma parte de su identidad. Debido a que ese estilo está estrechamente asociado con el nombre y la reputación del estudio, la creación de imágenes en su estilo mediante IA plantea la duda de si esto constituye una dependencia o réplica ilegal. La preocupación principal es que la IA esté replicando y beneficiándose de un contenido protegido sin autorización.
Mientras los tribunales continúan su análisis y Studio Ghibli aún no ha emitido una postura oficial, el caso pone de manifiesto los retos legales que enfrentan las tecnologías de IA en relación con la protección del trabajo creativo y los derechos de autor. La resolución de esta situación marcará un precedente importante en la regulación de la inteligencia artificial y su impacto en el patrimonio cultural y la propiedad intelectual en Japón y más allá.