Expertos resaltan la importancia de desarrollar habilidades humanas para mantener la empleabilidad ante el avance de la inteligencia artificial
El avance de la inteligencia artificial plantea desafíos en el mercado laboral, resaltando la importancia de potenciar habilidades humanas para mantenerse competitivo.

En un contexto donde la automatización y la inteligencia artificial (IA) transforman rápidamente el mercado laboral, diversas empresas de medios y tecnológicas están reduciendo personal en sus equipos. Desde medios de comunicación que han cerrado secciones enteras hasta gigantes tecnológicos que automatizan tareas antes realizadas por personas, la presencia de la IA en el mundo laboral crece de manera exponencial.
Frente a esta situación, expertos proponen aprovechar herramientas como ChatGPT para analizar la vulnerabilidad de los empleos y planificar estrategias de adaptación. A través de ejercicios interactivos, el personal puede subir su currículum, eliminar datos sensibles y solicitar una evaluación sobre qué tan expuesto está a la automatización. También, es posible explorar qué habilidades se requieren para reinventarse y mantenerse competitivos en un entorno en constante cambio.
Las habilidades que permanecen como las más valiosas en esta era de transformación son la creatividad, la inteligencia emocional, el liderazgo, la estrategia y la resolución de problemas. Estas competencias, difícilmente replicables por la IA, se convierten en el principal activo para quienes desean seguir siendo relevantes en sus roles o transicionar a nuevas profesiones.
Para fortalecer estas capacidades, se recomiendan diversas acciones como realizar cursos en línea, obtener certificaciones, leer libros especializados y participar en comunidades digitales. La clave para adaptarse y destacar en un mercado laboral disruptivo es la evolución constante y el aprendizaje continuo, que permite no solo fortalecer las habilidades humanas, sino también aprender a utilizar la inteligencia artificial para mejorar el desempeño laboral.
En definitiva, mantenerse relevante en una economía cada vez más automatizada requiere una mentalidad proactiva: cuestionarse sobre el futuro del empleo, evaluar riesgos y, sobre todo, invertir en habilidades que complementen la tecnología en lugar de competir contra ella. La capacidad de adaptarse y aprender será la mejor estrategia para afrontar los desafíos de un mundo laboral dominado por la inteligencia artificial.