Disputa legal entre Krafton y exejecutivos de Unknown Worlds por manejo de datos y impacto en desarrollo de Subnautica 2
La batalla legal entre Krafton y exejecutivos de Unknown Worlds pone en riesgo el futuro de Subnautica 2 y revive debates sobre manejo de datos y ética empresarial.
La disputa legal entre Krafton y los exejecutivos de Unknown Worlds, creadores de Subnautica 2, continúa escalando en medio de acusaciones por el manejo de datos y el uso de herramientas de inteligencia artificial. Los fundadores de Unknown Worlds, Charlie Cleveland y Max McGuire, junto con el exCEO Ted Gill, reclaman un pago de 250 millones de dólares, alegando que alcanzaron hitos de ingresos tras la adquisición por parte de Krafton en 2021. Sin embargo, Krafton niega haber localizado los registros de búsqueda en ChatGPT que los ex empleados buscan como prueba, y acusa a estos de intentar sostener sus reclamaciones de forma desesperada.
Según informes, Cleveland, Gill y McGuire intentaron revisar los registros de búsqueda en ChatGPT para ocultar información que podría ser incriminatoria, en una estrategia que incluiría discutir en grupos internos temas relacionados con disputas, robo de información confidencial y esfuerzos por evitar pagos. Krafton afirma que, el día en que fueron despedidos, los exejecutivos alentaron a revisar sus cuentas en ChatGPT, supuestamente para eliminar evidencia. La compañía ha denunciado que estas acciones pueden haber provocado la destrucción de datos relevantes, dificultando así la defensa legal.
Además, el retraso en la localización de los registros y las denuncias de manipulación de datos afectan directamente el futuro de Subnautica 2, cuya fecha de lanzamiento prevista para 2026 está en riesgo. Krafton ha insistido en que las decisiones tomadas por los exejecutivos afectaron el desarrollo del juego y que su prioridad es garantizar una experiencia positiva para la ciudadanía jugadora. La tensión también se extiende a los esfuerzos por justificar los cambios en el equipo de desarrollo, con Krafton acusando a Cleveland, Gill y McGuire de mentir sobre su nivel de participación en la compañía y de buscar beneficios económicos a costa del interés general.
Este enfrentamiento legal refleja no solo una disputa económica, sino también una lucha por el control y la reputación en una industria cada vez más influida por las tecnologías de inteligencia artificial. Krafton, que se ha declarado una compañía “AI first”, ha solicitado a sus desarrolladores que consideren voluntarias las renuncias si no pueden adaptarse a la era de transformación digital, en medio de un contexto que amenaza con retrasar o incluso cancelar la esperada secuela de Subnautica. La controversia sigue abriendo interrogantes sobre la gestión de datos, la integridad en los procesos de desarrollo y el impacto que estos conflictos tienen en los lanzamientos futuros de videojuegos.